Los secuestros en Haití, que el año pasado pusieron en jaque a la policía, descendieron de manera pronunciada de enero a julio, dijo un portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Comerciantes, escolares y cualquier persona de ingresos medios han sido víctimas de bandas criminales que exigen dinero para dejarlas en libertad, según despachos de hoy procedentes de Puerto Príncipe, la capital haitiana.

De enero a julio, los secuestros bajaron 74 por ciento en comparación con igual periodo de 2008 debido a los esfuerzos de la policía haitiana, según un portavoz de la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (Minustah).

La baja en los secuestros supone un respiro para el gobierno haitiano, enfrentado a severas dificultades por el estado de la economía, el impacto de la crisis mundial y las desastrosas secuelas del paso de varios ciclones en 2007 y 2008.

Decenas de miles de damnificados sobreviven en condiciones precarias en las zonas devastadas por los temporales y donde la reconstrucción avanza a paso lento por la falta de recursos financieros.

La precariedad de condiciones en que trabaja la policía es otro componente negativo para los intentos de normalización del gobierno de la primera ministra, Michelle Pierre-Louis. Fin