"Tres millones de japoneses murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, Japón también inflingió un gran dolor a los pueblos de muchos países, especialmente a países asiáticos. Junto con un profundo arrepentimiento, expreso mi pesar por las víctimas de la guerra", dijo Aso.
El emperador Akihito y la emperatriz Michiko también asistieron a la ceremonia, y guardaron el minuto de silencio a mediodía.
El emperador Akihito, cuyo padre Hirohito publicó la declaración de rendición el 15 de agosto de 1945, expresó su esperanza de que Japón no vuelva nunca a provocar una guerra.