El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Roberto Callahan, reiteró hoy que su gobierno desea una solución constitucional y pacífica a la crisis política provocada en Honduras por el golpe militar del pasado 28 de junio, que depuso al presidente Manuel Zelaya.

"Nuestra posición, en cuanto a Honduras, es que el Acuerdo de San José es la manera más eficaz y más justa para resolver el problema", subrayó el embajador Callahan durante una rueda de prensa realizada tras un encuentro con empresarios nicaragüenses.

Callahan, quien también ocupó un cargo diplomático en Honduras en la década de los 80, instó a Zelaya a retomar el cauce del diálogo político propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias para el restablecimiento del orden constitucional en el país centroamericano.

El embajador dijo que ése es el mecanismo más eficaz para resolver el clima de inestabilidad política surgida en Honduras tras el golpe militar y la expulsión del presidente Zelaya Rosales por soldados del Ejército hondureño.

El depuesto presidente Manuel Zelaya concluye hoy una visita a la capital de México, donde cumplió una agenda oficial como jefe de Estado, pero su equipo todavía no confirma si regresará inmediatamente a Nicaragua.

Zelaya viajó a México desde Nicaragua, donde ha establecido una base permanente en el departamento (provincia) de Ocotal, cerca del borde fronterizo, donde aún permanecen pequeños grupos de sus seguidores que llegaron a Nicaragua para conformar un frente nacional de resistencia pacífica.

De acuerdo con informaciones de la embajada de Honduras en Nicaragua, el derrocado presidente Zelaya debe atender aún una invitación de su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva, con quien analizará la situación de crisis en Honduras.

En tanto, se informó hoy que policías y militares hondureños desalojaron y vapulearon a estudiantes universitarios que bloquearon una importante arteria de Tegucigalpa en repudio al golpe militar y en demanda de la restitución del depuesto presidente Zelaya. Fin