Presentador: Parece una coincidencia que China ingrese al BID en este contexto de crisis económica. Estábamos comentando anteriormente que la crisis económica es sin duda uno de los temas que ha ocupado la agenda de los medios de comunicación en los últimos meses. En el caso de Argentina, cuáles son los efectos que la crisis internacional está teniendo en el país y cómo ha hecho frente su gobierno para solventar esta situación.
Embajador: Bueno, como usted sabe, digamos, pertenecemos ya a lo que se ha denominado “una gran aldea”. El mundo se ha achicado, con la universalización, la mundialización, la globalización, no importa cuál es el nombre que apliquemos, lo que significa que todos estamos mucho más cerca y que compartimos un destino común. El medio ambiente es un ejemplo de ello: ya no es una responsabilidad de un solo país, sino es una responsabilidad de todos, el cuidar el medio ambiente. El tema internacional financiero, que se desató por una crisis en un país, en Estados Unidos, demuestra también la globalización de las finazas. Es decir, los países están atados a lo que sucede en otros países, independientemente de lo que ellos hagan. Y esto también es demostrativo de que las crisis anteriores eran producto de, se decía, una mala administración en algunos países en vías de desarrollo, de que no se habían hecho bien las cosas, y había soluciones rápidamente, por parte de los organismos internacionales financieros y por parte de los países desarrollados, para resolverlas. Esta crisis financiera nació en los Estados Unidos, se extendió a Europa, y se está extendiendo, o se ha extendido, a todo el mundo. Pero lo que hay que tener claro es que esta vez el origen de la crisis no son los países en vías de desarrollo, sino que es el país quizá más desarrollado de la tierra, a través de una burbuja financiera, y a través de una exposición mayor de la que permitía la realidad económica propia, haciendo créditos que fueron mucho más allá de sus posibilidades, a gente que no tenía posibilidad de pagarlos. Los bancos se expusieron más de lo que debían, y ahora las consecuencias las está pagando todo el mundo, no solamente financieramente, sino también en la economía real, que es lo que le pasó, o le estaba pasando a China. Aparentemente China es el primero que va a salir de esta crisis, pero a China se le achicaron los mercados. China no tuvo problemas financieros, bancarios, pero sí tuvo problemas para colocar sus exportaciones porque el mundo desarrollado dejó de importar en la cantidad que estaba importando. En menor medida, a la Argentina le pasa lo mismo. Argentina tuvo una gran crisis financiera en el año 2001, y a partir de ese momento se quedó desconectada del sistema financiero internacional, con problemas con el Fondo Monetario Internacional, al cual se le pagó toda la deuda, pero con dificultades de acceso al crédito. Es por eso que esas dificultades hoy pasan a ser un beneficio, porque los bancos de Argentina hoy no tienen que sufrir la crisis por contagio que producen los bancos internacionales, o la banca internacional. Pero sí donde la Argentina sufre es de alguna manera en la economía real: hay menos demanda, menor capacidad para exportar. Por suerte los commodities que exporta Argentina no han perdido mucho su valor, es el caso de la soja, o el trigo, o la carne. Pero sí han descendido de los niveles en los que se encontraban en un mundo que consumía cualquier cosa y a cualquier precio.