El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue detenido esta madrugada por militares y llevado a Costa Rica, en un golpe de Estado militar.
El mandatario hondureño atribuyó lo ocurrido, en un declaraciones dadas en el aeropuerto de San José, a las "fuerzas oscurantistas del pasado" y dijo haber sido sacado a la fuerza de su casa en su ropa de dormir.
La detención se produjo a unas horas de que se realizara una consulta popular prevista para convocar una Asamblea Constituyente con la que se busca reformar la Carta Magna, confirmó el secretario privado de Zelaya, Enrique Reina.
En sus primeras declaraciones tras su detención, Zelaya pidió explicaciones al embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, a quien le pidió "que aclare si Estados Unidos está detrás de este golpe y si su país puede evitar este terrible golpe".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó horas después del suceso "atención profunda" sobre el arresto y expulsión de su homólogo hondureño.
Pidió "respetar las normas democráticas, la regla de la ley y la Carta Democrática Panamericana" a todos los protagonistas políticos y sociales del país centroamericano.
Obama propuso que las disputas se resolvieran a través de "diálogo libre de interferencia exterior".
En respuesta a la petición de Zelaya, un portavoz de la Casa Blanca negó existir conexión entre el gobierno estadounidense y la acción militar contra el mandatario hondureño.
Desde Caracas, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, rechazó hoy el golpe de Estado contra Zelaya, a quien enfatizó que es "mandatario constitucional de Honduras" y calificó el "coup d'etat" de "troglodita".
"Estamos en presencia de un golpe troglodita, Venezuela no reconoce ni reconocerá a otro presidente que no sea Manuel Zelaya, hasta que sea el mismo pueblo hondureño que diga lo contrario en las urnas", manifestó Chávez.
En un contacto telefónico con la cadena de noticias Telesur, el presidente Chávez exigió a las fuerzas militares de Honduras que respondan por la vida e integridad física de Zelaya y que eviten atentar contra la población civil.
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, manifestó en La Paz que la situación de Honduras generó una "emergencia internacional".
Morales indicó que estos no son tiempos "de dictaduras" y que lo que está sucediendo en Honduras es una "aventura de un grupo de militares que atenta contra la democracia y contra al pueblo".
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se solidarizó hoy con Zelaya, y anunció que convocará para este domingo una reunión de urgencia del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), en Managua, aprovechando la presencia de los cancilleres centroamericanos en el país.
Ortega expresó que la "oligarquía hondureña" demostró con este acto que se había quedado "en el basurero de la historia".
En Nicaragua se encuentran los cancilleres del SICA porque el lunes habrá un traspaso de la presidencia Pro Témpore de ese organismo regional, de Nicaragua a Costa Rica.
En Costa Rica, donde Zelaya se encuentra en este momento, el gobierno del presidente Oscar Arias condenó el golpe de Estado.
"El Gobierno de la República de Costa Rica condenó el golpe de Estado... Las autoridades costarricenses instaron con vehemencia a las Fuerzas Armadas de esa nación restablecer el orden constitucional en Honduras", indicó la Presidencia costarricense en un comunicado oficial.
En el propio Honduras, el Congreso convocó hoy a una sesión de emergencia "para acabar con este vacío de poder" después de la detención del presidente, según afirmó Marcia Villeda, diputada liberal.
También el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha convocado para esta tarde una reunión urgente del Consejo Permanente del organismo para analizar la crisis en Honduras.
Insulza demandó a la comunidad internacional que se una en contra del hecho el cual él calificó como una "grave alteración del proceso democrático del continente (americano)".
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D' Escoto, denunció hoy la situación en Honduras y pidió el inmediato retorno de Manuel Zelaya.
D'Escoto "condena de forma clara, rotunda e inequívoca losacontecimientos que tienen lugar en estos momentos en Honduras, quesuponen un quebrantamiento de la legalidad constituyente ydemocrática".
La Unión Europea (UE) repudió unánimemente el golpe militar en Honduras contra el presidente y pidió la inmediata restitución del orden constitucional, anunció en Corfú (Grecia) el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
