El primer ministro de Irak, Nuri Al-Maliki, pidió hoy sábado la unidad nacional y confirmó que el retiro de las tropas de combate de Estados Unidos de las ciudades iraquíes en tres días muestra que las fuerzas de seguridad de Irak pueden manejar el control de seguridad a pesar de las recientes explosiones mortales que mataron y dejaron heridas a cientos de personas.
"Necesitamos la unidad nacional, pues ellos (los insurgentes) mostraron sus dientes en nuestra contra", dijo Maliki durante una reunión masiva en Bagdad para recordar a un clérigo chiita que fue asesinado en una explosión en 2003.
Funcionarios estadounidenses e iraquíes dicen que creen que los insurgentes podrían incrementar sus ataques frente al retiro de las tropas de EEUU de este mes y las elecciones parlamentarias de inicios del próximo año.
"Tenemos una gran confianza de que nuestras fuerzas de seguridad pueden controlar la seguridad en el país y perseguir a los remanentes de Al-Qaeda y las bandas criminales", dijo Maliki.
También señaló que el retiro de las tropas estadounidenses es un "mensaje para el mundo de que nuestras tropas son capaces de salvaguardar la seguridad de Irak y encargarse de sus asuntos internos".
El 20 de junio, Maliki describió el retiro de las tropas de EEUU como una "gran victoria" y pidió al pueblo iraquí celebrar el evento.
La violencia en Irak ha disminuido dramáticamente en los meses recientes, pero los ataques mortales todavía son comunes en algunas ciudades iraquíes, poniendo dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes para asumir de las tropas estadounidenses la labor de controlar la seguridad y derrotar a la insurgencia tanto de grupos chiitas como sunnitas en el país azotado por la guerra. Fin