Mientras que el mercado tradicional de drogas ilegales permanece estable o está en descenso, la producción y uso de drogas nuevas están en aumento, dijo la ONU en un informe.
El "Informe Mundial sobre Drogas 2009" publicado hoy por la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen mostró una tendencia a la baja el año pasado en los principales mercados de drogas.
Como ejemplo, en el informe se menciona a Afganistán, donde el cultivo del opio descendió 19 por ciento, y Colombia, donde la producción de cocaína bajó 28 por ciento.
El consumo de las drogas tradicionales, incluida la marihuana, cocaína y opio, permaneció en el mismo nivel o incluso mostró descenso, pero el consumo de drogas sintéticas, como las metanfetaminas y éxtasis, está en aumento, especialmente en los países en desarrollo y recién industrializados, dijo la ONU.
El informe advirtió que el problema de los crímenes relacionados con las drogas sigue siendo muy serio, especialmente en países pobres y menos desarrollados, donde la producción y consumo de drogas crece rápidamente.
En el prólogo del informe, el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Antonio Maria Costa, urgió a que la comunidad internacional emprenda acciones para fortalecer la guerra contra las drogas y contra los crímenes relacionados con las drogas.
El también pidió a la comunidad internacional que invierta más en el tratamiento de drogadictos y en la erradicación de la pobreza.
En la guerra contra las drogas debe haber una mayor cooperación internacional para acabar con el crimen organizado transnacional, corrupción y lavado de dinero, dijo.
Los gobiernos, dijo, también deben mejorar la efectividad de la aplicación de la ley, enfocarse en casos graves relacionados con las drogas y evitar la discriminación de los drogadictos y fortalecer su tratamiento.
Los gobiernos también deben tomar medidas para ayudar a los pobres a que mejoren su calidad de vida y educación, dijo.
Costa rechazó enérgicamente la legalización de las drogas e insistió en que "no importa si es hoy o en el futuro, las drogas deben ser controladas" por el bien de la salud humana y de la seguridad pública. Fin