El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, insistió en que algunos de los restos encontrados en el Atlántico por equipos de la Marina brasileña pertenecen al avión de Air France desaparecido el domingo pasado.
Durante su participación en unas maniobras militares en la ciudad de Sao Borja, en el estado de Río Grande do Sul, Jobim admitió que parte del material encontrado por la Fuerza de Tarea está constituido por residuos abandonados por navíos.
Pero señaló que otra parte de los residuos encontrados a 700 kilómetros del archipiélago de Fernando de Noronha, lugar presumido del accidente del Airbus 330-200 de Air France, está formada por restos del avión desaparecido.
Las embarcaciones de la Marina brasileña que llegaron al lugar recogieron los restos de un pallet (armazón para acomodar cargas) de madera, pero debido a que los de los aviones son hechos de aluminio, se descarta la relación entre el objeto y el accidente.
Asimismo, las que inicialmente fueron identificadas como boyas de señalización, fueron luego clasificados como flotadores de un tipo de trampa para crustáceos.
En cuanto a la mancha de aceite, fue considerada demasiado grande para ser originada por los tanques del avión, mucho menores. Lo más probable es que se trate de residuos de una limpieza de tanques hecha por algún petrolero.
Finalmente, la estructura metálica de unos siete metros de largo sería una parte del casco de una pequeña embarcación abandonada.
No obstante, la Aeronáutica brasileña insiste en que sus pilotos observaron restos de sillones aéreos y material que podría ser del revestimiento de la cabina de comando.
La Marina debe seguir recogiendo materiales encontrados en el mar, que luego serán examinados en tierra para que sean correctamente identificados.