El ministro brasileño de Defensa, Nelson Azevedo Jobim, informó ayer martes a la prensa de que las Fuerzas Aéreas brasileñas avistaron, a 650 kilómetros al noreste de las costas del país, partes del avión que “con toda seguridad” corresponden al Airbus 330-220 de Air France que desapareció con 228 personas cuando volaba de Río de Janeiro a París el pasado domingo.
El vice-director de Comunicación Social de la Aeronáutica, coronel Jorge Amaral, dijo que el material encontrado son piezas del fuselaje, asientos y una boya naranja, y que Barcos de la Marina de Brasil se están dirigiendo al lugar para intentar rescatar los restos.
El responsable también indicó que el piloto de un avión C-130 localizó los rastros en dos puntos diferentes distantes 60 kilómetros uno al otro, a las 6:49 horas locales de Brasilia, después de ser alertado por un avión R-99 que utiliza un radar y un sistema de infrarrojos para captar objetos en el mar.
De acuerdo con la localización de los restos, parece que el piloto del avión siniestrado intentó volver a la base de la que había partido tras detectar la avería, aunque sin éxito. Las causas de dicha avería aún no están claras, y para determinarlas será necesario encontrar las cajas negras del avión, tarea muy complicada debido a que el aparato se ha siniestrado en el océano.