El pueblo uruguayo le dio este martes un emocionado último adiós en Montevideo al escritor y poeta Mario Benedetti, fallecido el domingo a los 88 años, en un multitudinario cortejo fúnebre y sepelio.
Miles de personas de todas las edades salieron a las calles para lanzar flores, aplaudir y, por momentos guardar un respetuoso silencio, al paso del féretro del autor de La Tregua (1960).
La figura de Benedetti, que arrastraba un delicado estado de salud por dolencias intestinales y respiratorias crónicas, generó unanimidades en torno a su valía artística y personal.
En su extensa trayectoria, el literato escribió sobre el amor y su compromiso político y se convirtió en uno de los poetas hispanohablantes más leídos desde la década de 1960.
"Era un hombre ejemplar en su modestia", afirmó a los pies del Panteón Nacional del Cementerio Central el músico y amigo personal, Daniel Viglietti.
"Su pluma nos deja el alma llena de versos sencillos", añadió Viglietti este mediodía ante una emocionada multitud.
Viglietti, destacó que el autor defendía la alegría a "ultranza" por lo que "este dolor colectivo es una prueba, Mario, de que tu ejemplo y tu obra, serán defendidos por todos con alegría".
"Esta multitud es el honor más grande que se le puede dar a una persona pública", señaló, por su parte la ministra de Educación y Cultura, María Simon.
El gobierno declaró duelo nacional por el fallecimiento y estableció que se le tributaran honores patrios.
Los restos de Benedetti descansarán definitivamente en el cementerio del Buceo en Montevideo, junto a los de su esposa, Luz López Alegre, fallecida en 2006.
Homenaje a un artista
El velatorio se realizó durante toda la jornada del lunes en el majestuoso Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo (Parlamento) en Montevideo.
Desde el presidente de la República, Tabaré Vázquez, pasando por gobernantes, artistas y académicos y hasta humildes admiradores anónimos del poeta, desfilaron por esa sala.
Como uno de los primeros asistentes al velatorio, Vázquez se limitó a declarar que "una persona como Mario nunca muere, se siembra".
El aporte intelectual que realizó a la clase obrera "fue muy importante", resaltó, por su parte, el representante de la central única de trabajadores, el PIT-CNT, Juan Castillo.
Julio María Sanguinetti, ex presidente de la República (1985-1990 y 1995-2000), hizo hincapié en la valía de su obra y en que Benedetti supo retratar al montevideano y uruguayo "urbano".
Logró "una dimensión popular de la poesía, en aquella rama de menos resonancia en la sociedad (y) logró acercar a públicos especialmente juveniles a la poesía", señaló.
Benedetti murió el domingo a la tarde en su domicilio de Montevideo, donde había retornado el 6 de mayo tras 12 días de internación en un sanatorio, aquejado de una dolencia intestinal crónica.
En su trayectoria se cuentan más de 80 libros de poesía y prosa con traducciones a más de 20 idiomas.
El autor de "Gracias por el fuego" (1965) recibió galardones como el VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999).
Benedetti integró el grupo de escritores uruguayos conocido como "Generación del 45", junto a Juan Carlos Onetti (1909-1994) e Idea Vilariño (1920-2009).
Identificado con la ideología de izquierda, el poeta debió exiliarse en España durante la dictadura militar que gobernó el país sudamericano entre 1973 y 1985. Fin