El gobierno de Chile confirmó la realización de la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) los días 6 y 7 de julio próximos, que se llevará a cabo en la norteña ciudad de Antofagasta, en vez de Santiago como se había informado.

Así lo anunció este lunes el canciller Mariano Fernández, durante su viaje a Bogotá, donde entregó la invitación al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, para participar en el cónclave, al que también se prevé que asistan los jefes de Estado de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Fernández expresó que el gobierno colombiano manifestó que reconoce "el liderazgo que Chile ha ejercido" en el continente por gestión de la presidenta Michelle Bachelet.

En la reunión de julio, Bachelet, en su calidad de presidenta pro témpore de la instancia, no sólo se analizará la situación regional, sino que la mandataria entregará la conducción de la Unasur a su homólogo de Ecuador, Rafael Correa.

En el cónclave también se abogará para que el bloque dé un "salto cualitativo", a fin de que el organismo no sólo signifique una alianza política, sino que también comience a tener injerencia en temas económicos.

Ello permitirá no sólo buscar mecanismos para enfrentar los efectos de la debacle financiera, sino que también explorar las posibilidades de fomentar el comercio interregional.

Se prevé que en la cita en Antofagasta se defina quién ocupará el cargo de secretario general de Unasur, cargo que debe ser elegido por el consenso de los países integrantes.

El único candidato hasta ahora es el expresidente de Argentina, Néstor Kirchner, pero la oposición de Uruguay, como consecuencia del conflicto que mantiene con Buenos Aires por la construcción de una papelera en suelo uruguayo, y la postulación del exmandatario trasandino a congresista de su país, mantiene en suspenso la situación.

El objetivo de Unasur es desarrollar un espacio suramericano integrado de diálogo político y cooperación para fortalecer la identidad propia de América del Sur, otorgándole un mayor peso en los foros internacionales.

Para el gobierno chileno, en la medida que la entidad se consolide, podrá contribuir a fortalecer el diálogo político en la región y permitirá que los países participen unidos en el escenario internacional.

Durante la presidencia rotativa de Chile se ha avanzado en dos temas importantes: la salud y la esfera militar.

En abril pasado se inauguró el Consejo de Salud Suramericano, el cual está integrado por los responsables de la materia de los doce países miembros del bloque regional, cuya constitución es una expresión concreta de integración en el desarrollo social y humano.

El mes anterior se había constituido el Consejo de Defensa Sudamericano, que culminó con la lectura de un acta de acuerdo y un plan de acción para el mediano y largo plazo, permitiendo coordinar y trabajar en conjunto ciertas materias de las políticas de Defensa de Unasur.

El último encuentro de la instancia fue en Trinidad y Tobago, cuando los líderes sudamericanos se reunieron con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el marco de la Cumbre de las Américas, donde éste anunció un cambio de política hacia la región, la cual fue prácticamente olvidada por su antecesor George Bush.

Las autoridades chilenas consideran que Unasur será un buen interlocutor de Sudamérica ante el nuevo presidente de Estados Unidos, confiando que su gobierno se acerque más a la región y tenga comprensión de sus nuevas realidades políticas.

En septiembre de 2008, la presidenta debió citar a una cumbre de emergencia para analizar la crisis que afectaba a Bolivia, la cual fue decisiva para detener el conflicto interno en ese país, amenazado por el separatismo de cinco regiones, dando a la nueva organización un papel protagónico.

La presidencia de Chile en Unasur le ha permitido al gobierno estrechar sus relaciones con Sudamérica, que es un espacio geográfico donde hay paz entre sus países, aunque hay un conflicto violento muy grave en Colombia, cuyo gobierno no admite que ningún organismo internacional intente buscar una pacificación.

Este organismo fue creado después que la Cumbre Sudamericana aprobara la Declaración de Cuzco del 8 de diciembre de 2004, bajo el nombre de Comunidad Sudamericana de Naciones, con el propósito de desarrollar un espacio integrado que fortalezca la identidad propia de América del Sur. Fin