El ex presidente Fidel Castro rechazó hoy las críticas de México al gobierno de Cuba por haber suspendido los vuelos hacia la isla para evitar la propagación del virus de la influenza A H1N1.
"Fue totalmente injusta la crítica que se hizo al Gobierno de Cuba y la amenaza de represalia que contenía. Se nos presentó además como una nación hostil al pueblo de México", escribió el veterano político en un artículo titulado "Las señales inequívocas", que reproducen este domingo todos los medios cubanos.
Explicó que "lo que determinó la medida no se relacionaba con los viajes turísticos, sino con casi cuatrocientos jóvenes mexicanos que estudian Medicina en la escuela de Jagüey Grande, igual que lo hacen en otras facultades de docencia médica alrededor de 24 mil jóvenes de América Latina, el Caribe y otros pueblos del mundo".
Rememoró que la suspensión de los vuelos desde México "comenzó a ser aplicada seis días después de las drásticas decisiones tomadas por las autoridades mexicanas, que suspendieron las clases de 33 millones de estudiantes y aplicaron otras medidas similares".
Al referirse al encuentro en Praga de los cancilleres de ambas naciones, el líder cubano añadió que el ministro cubano Bruno Rodríguez "fue respetuoso y franco" con la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, de quien aseguró "se había esforzado últimamente por mejorar las relaciones" bilaterales.
Castro, quien se alejó del poder en el verano del 2006 tras una grave crisis de salud, afirmó que el canciller cubano "le expresó a la Secretaria la solidaridad de Cuba con su país y la voluntad de cooperar con el pueblo mexicano para enfrentar la epidemia".
El ex mandatario aseguró que "Cuba acumula una larga experiencia en la protección del pueblo en caso de desastres, epidemias y plagas u otras situaciones similares de carácter natural, accidental o intencional".
"Está igualmente probada nuestra invariable política de cooperación con otros pueblos", subrayó el líder histórico de la Revolución Cubana.
"Acudir a la intriga, la mentira y la amenaza, es señal inequívoca de que el adversario ideológico está perdiendo la batalla", concluyó Fidel Castro. Fin