Durante la segunda cumbre financiera del Grupo de los 20 (G20) realizada hoy en Londres, el presidente de China, Hu Jintao, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se una con el propósito de superar la actual crisis financiera mundial.
Mientras la crisis financiera sigue extendiéndose y profundizándose y mientras su efecto sobre la economía real del mundo se vuelve cada vez más evidente, la situación económica y financiera internacional sigue siendo compleja y grave, dijo Hu.
El presidente Hu hizo un llamado a la comunidad internacional para que fortalezca la confianza con el fin de enfrentar las dificultades.
"Tenemos las condiciones que permiten enfrentar la crisis financiera", dijo, y agregó que la economía mundial tiene "una base material y tecnológica sólida".
El mundo cuenta con muchas más herramientas macrorreguladoras que antes y también cuenta con la voluntad común de mejorar la coordinación y la cooperación, agregó.
El presidente exhortó además a la comunidad internacional a intensificar aún más la cooperación para combatir la crisis pues ningún país puede mantenerse inmune a ella.
Hu describió la cumbre del G20 como una plataforma importante y eficaz para los esfuerzos internacionales conjuntos con el fin de combatir la crisis económica y financiera.
En la cumbre, el presidente chino también hizo un llamado para impulsar la reforma del sistema financiero internacional y dijo que el mundo debe trabajar unido para construir "un orden financiero internacional equitativo, justo, incluyente y bien manejado". Hu también enfatizó su oposición al proteccionismo. "Tenemos que trabajar juntos para oponernos al proteccionismo en todas sus manifestaciones y rechazar los intentos por elevar el umbral de acceso al mercados con diversas excusas y (oponernos) a toda forma de proteccionismo en inversión que perjudique los intereses de otros países", dijo.
La ronda de Doha de negociaciones comerciales globales es crucial para la liberalización del comercio mundial, dijo.
En el discurso pronunciado en la cumbre, en la que participaron los líderes de los principales países desarrollados y en desarrollo, el presidente chino exhortó a brindar un mayor apoyo a los países en desarrollo en momentos de dificultad.
El presidente exhortó a minimizar los daños de la crisis financiera en los países en desarrollo y exhortó a la comunidad mundial, en particular a los países desarrollados, a asumir sus debidas responsabilidades y obligaciones. Estos países "deben seguir cumpliendo con sus compromisos de reducción de deuda y ayuda, tomar medidas concretas para mantener y aumentar la ayuda a los países en desarrollo, ayudarlos a mantener la estabilidad financiera y fomentar el crecimiento económico", dijo Hu.
En relación con los efectos de la crisis sobre China, Hu señaló que la turbulencia financiera mundial ha generado dificultades y desafíos sin precedentes para China. Con el fin de combatir la crisis y de mantener un crecimiento económico firme y relativamente acelerado, China realizó ajustes oportunos en sus políticas macroeconómicas, adoptó con rapidez una política fiscal activa y una política monetaria moderadamente suave y formuló un plan para ampliar la demanda interna e impulsar el crecimiento económico, dijo Hu.
"China seguirá trabajando con el resto de la comunidad internacional para mejorar la coordinación en política macroeconómica, para impulsar la reforma del sistema financiero internacional, para mantener la estabilidad del sistema comercial multilateral y para hacer su aportación a la recuperación económica mundial", dijo Hu a los demás participantes en la cumbre de Londres.
Los líderes del G20 acordaron inyectar 1,1 billones de dólares a las instituciones financieras internacionales con el fin de revivir la economía y expresaron su firme oposición al proteccionismo para asegurar un comercio abierto y libre y llegaron a un consenso en relación con medidas concretas para endurecer la regulación de la banca.
De estos 1,1 billones de dólares, 500.000 millones serán para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo preste a los países duramente afectados por la crisis; 250.000 millones serán para apoyar los nuevos Derechos Especiales de Giro; 100.000 millones apoyarán los préstamos de apoyo adicionales de parte de los bancos de desarrollo multilaterales y 250.000 millones serán para garantizar las finanzas comerciales.