El presidente chino, Hu Jintao, se reunió el miércoles por la noche en Londres con su homólogo francés, Nicolás Sarkozy, lo cual indicó la restauración de los lazos bilaterales dañados por el encuentro entre el primer mandatario francés con el líder tibetano separatista, el Dalai Lama.
"Nuestra reunión de hoy significa un nuevo punto de partida para las relaciones bilaterales, y espero que ambas partes trabajen juntas para entrar en una nueva fase de los vínculos sino-franceses", señaló Hu al inicio de su reunión con Sarkozy.
Ambos presidentes se reunieron de manera previa a la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) sobre la crisis financiera global, programada para el jueves.
El encuentro se produjo horas después de que ambos países emitieran un comunicado de prensa el miércoles, el cual señala que "otorgan gran importancia a las relaciones entre China y Francia", y reiteraran su adhesión al principio de la no interferencia en los asuntos internos del otro.
En el documento, Francia acuerda no apoyar "la independencia de Tíbet" de ningún modo.
Las relaciones entre estas dos naciones se deterioraron en diciembre pasado, tras la decisión de Sarkozy de reunirse con el Dalai Lama en Polonia.
Hu señaló que su país no deseaba ver las "severas dificultades" que se suscitaron en las relaciones bilaterales durante los meses previos.
Añadiendo que "China aprecia la reciente acción de Francia y se alegra por la restauración de las relaciones bilaterales".
Sarkozy dijo que no importa cómo cambien las relaciones sino-francesas, piensa que sólo hay una China en el mundo, con Taiwan y Tíbet constituyendo partes inalienables de su territorio.
El mandatario francés agregó que está satisfecho porque ambos países han restaurado su asociación estratégica general y por la reanudación de su diálogo estratégico.
Expresó su deseo de que ambos países busquen promover el estable y harmonioso desarrollo de los vínculos bilaterales en política, economía, diplomacia, y otras áreas.
Hu señaló que este año se celebra el XLV aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Francia. "Los últimos 45 años de relaciones bilaterales ofrecen una profunda inspiración y nos enseñan mucho".
"Primero que nada, el desarrollo de las relaciones estables y amistosas a largo plazo va de acuerdo a los intereses fundamentales de ambas naciones, lo cual también conduce a la paz mundial, estabilidad y prosperidad", declaró Hu.
Agregando que ambos países deben tratar y manejar sus relaciones bilaterales bajo una perspectiva estratégica y a largo plazo.
Es natural que existan diferencias entre China y Francia respecto a algunos temas, dijo Hu. Ambas partes deben seguir los principios de respeto mutuo, trato igual y la no interferencia en los asuntos internos del otro, así como que "los dos deben manejar de manera propia las diferencias y los tema sensibles, sobre la base de respeto por los intereses fundamentales de la otra parte".
China y Francia, como miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, deben fortalecer la comunicación y expandir la cooperación para desempeñar roles cruciales en un esfuerzo por enfrentar los retos globales y hacer una constribución positiva al promover la paz y desarrollo mundial, agregó Hu.
En vista de la complicada y volátil situación internacional, y la expansión de crisis finaciera, ambos países deben adherirse a una correcta orientación de sus relaciones bilaterales, retirando los obstáculos y trabajando de manera conjunta y estrecha para promover los lazos bilaterales.
El mandatario chino instó a fortalecer el intercambio a alto nivel y la cooperación en distintas áreas, así como a incrementar la comunicación y la coordinación en un esfuerzo por combatir la crisis financiera global.
Haciendo referencia al creciente papel de China en el sistema económico internacional, Sarkozy dijo que Francia quiere trabajar con China para promover la reforma de las instituciones financieras globales.