Las autoridades regionales del estado de Río de Janeiro manifestaron su interés en el tren de levitación magnética que viene siendo desarrollado desde hace una década por investigadores de una universidad brasileña y que ya está en fase final de pruebas.

El gobierno regional, por considerar que el tren puede ser una alternativa para el transporte público en Río de Janeiro, firmó un acuerdo con la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) para poder tener acceso al proyecto y testimoniar las pruebas con el primer prototipo, informó hoy la secretaria regional de Transportes.

"Es un proyecto audaz. En caso de que sea viable puede transformarse en una solución para el transporte rápido de pasajeros", aseguró el secretario regional de Transportes, Julio Lopes, citado en el comunicado del organismo.

"Todo proyecto serio que ofrece soluciones para el transporte público merece nuestro apoyo", agregó Lopes al admitir que la gobernación puede aportar recursos para la iniciativa.

Tras diez años de investigaciones, los investigadores de la UFRJ ya están construyendo el primer prototipo del tren magnético, así como un circuito magnetizado de 114 metros por el que el vehículo circulará dentro del campus universitario, y tienen previsto iniciar las pruebas finales en abril del próximo año.

El tren experimental, en tamaño real, tendrá cinco módulos, cada uno de los cuales con capacidad para transportar a ocho personas.

El vehículo de levitación magnética ya fue probado exitosamente a escala reducida.

Según el ingeniero Richard Magdalena Stephan, uno de los responsables por el llamado proyecto Maglev-Cobra, el tren fue concebido como un modelo para el transporte público de eficiencia energética, bajo costo y ecológicamente correcto.

Basado en la tecnología de levitación magnética ya desarrollada en otros países, el modelo brasileño utiliza superconductores de elevada temperatura crítica y nitrógeno super enfriado en cápsulas.

La proximidad del nitrógeno con los rieles magnetizados por grandes imanes provoca el efecto de la levitación.

El Maglev-Cobra, bautizado así por su capacidad para serpentear por curvas con rayo de hasta 30 metros y cuyo prototipo a escala viene siendo probado exitosamente desde 2005, cuenta con modelos semejantes en Japón y Alemania, que utilizan sistemas electromagnéticos y electrodinámicos respectivamente.

El modelo brasileño, sin embargo, no está concebido para comunicar largas distancias en altas velocidades (entre 500 y 600 kilómetros por hora) sino para el transporte urbano (líneas de 25 kilómetros) y a bajo costo y velocidad (70 kilómetros por hora).

Además de tener buena estabilidad en curvas cerradas, el tren brasileño puede superar declives de hasta 15 grados, consume menos energía y tiene reducido impacto ambiental.

Según los cálculos del ingeniero, este tren puede costar un tercio de lo que valdría un metro para una ciudad brasileña debido a su bajo peso, a que utiliza vías elevadas y no subterráneas y a que consume cerca del 13 por ciento de la energía utilizada por un autobús urbano.

Según las autoridades de Río de Janeiro, el tren podría ser usado para comunicar el aeropuerto internacional de la ciudad con la base aérea para vuelos locales con estaciones en la terminal de transportes, en el puerto y en el centro. Fin