Con bastones de plumas de cóndor y águila, sabios y consejeros indígenas de Centro y Sudamérica se reunieron en Bolivia para rescatar la cultura ancestral de los pueblos originarios en esta parte del mundo.
A través de una ceremonia ritual ecológica, los indígenas pidieron por el cuidado de la Tierra, sus habitantes y la hermandad de los pueblos.
La ceremonia se inauguró la mañana del miércoles al interior del templo de Kalasasaya en Tiwanaku, a 150 kilómetros de La Paz, para celebrar el VII encuentro del Cóndor y el Aguila.
Al acto asistieron guías espirituales del continente, autoridades gubernamentales, locales, comunales, organizaciones sociales y el representante de la Unión Europea (UE) en Bolivia, Kenneth Bell, quien lució falda y saco típicos de Escocia.
Algunos del guías espirituales de Ecuador se dirigieron al templo sin zapatos ni abarcas, debido a que estos impiden tener un mejor contacto con la Tierra y sentir la temperatura del suelo y el recibimiento.
A la ceremonia no asistió el presidente boliviano Evo Morales, pese a que fue invitado, sin embargo el vocero gubernamental, Iván Canelas, anunció que estará el sábado en la clausura del encuentro.
Los guías llegaron desde México, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Chile, Ecuador, Costa Rica, Puerto Rico, Perú y Argentina.
La cita espiritual concluirá el sábado, ahí se decidirá el lugar del próximo encuentro y conclusiones.
PLANTAS ALUCINOGENAS
En algunas culturas de Norteamérica se usan aún plantas alucinógenas en las ceremonias de curación espiritual, afirmó el guía mexicano Yolokotka, quien vino desde México al encuentro del Cóndor y el Aguila.
"Se hizo mal uso de las plantas sagradas de poder", agregó el guía mexicano tras explicar se tergiversó el empleo de estos recursos naturales para drogarse.
Según Yolokotka los originarios afirman que en primer lugar un guía espiritual no debe usarla como droga, si no tiene debe tener cierta espiritualidad, no debe consumir ni el peyote, ni el hongo alucinógeno porque el peyote pertenece a los indígenas del norte.
El peyote ambién se usa en el sur como una forma terapéutica alucinógena que ayuda a curar a las personas cuando están mal psicológicamente, agregó.
La marihuana se usa en infusiones para el tratamiento de reumas y otro tipo de enfermedades.
"A los que utilizan las plantas como droga, los enloquece y se vuelven adictos", señaló.
En la cultura indígena estas plantas merecen respeto. Para realizar una ceremonia espiritual de meditación los sabios deben ayunar cuatro días para tener la visión, sin necesidad de usar alucinógenos como otras culturas.
"Principalmente el hombre blanco la usa, viene de Norteamérica, del extranjero a querer sentir emociones y se drogan, se van enloquecidos", agregó. Fin