El consumo de gasoil en Brasil viene reduciéndose desde el último trimestre de 2008, dijo hoy el superintendente de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), Edson Silva.

De acuerdo con el ejecutivo, en octubre del año pasado el consumo había llegado a 4.100 millones de litros de ese combustible, considerado un termómetro natural de la temperatura de la economía.

En noviembre, el uso de gasoil se redujo a 3.600 millones de litros, volumen que en diciembre cayó nuevamente a 3.400 millones, y en enero se limitó a 3.200 millones de litros.

Los números de febrero aún no están listos, pero la estimación primaria indica que se situarán alrededor de los 3.000 millones de litros, dijo Silva. "Hay una reducción propia de la estación, pero el principal factor es la crisis", explicó el alto funcionario.

Silva señaló que para todo 2008 se registró una expansión del consumo de gasoil del 7,7 por ciento, lo que no debe repetirse este año. Para todos los derivados de petróleo, la expansión fue de 8,4 por ciento.

El ejecutivo consideró que es temprano para prever los reflejos de la crisis en la economía brasileña, pero sostuvo que el impacto en el consumo nacional de combustibles será menor que en otros países.

Silva participó en un seminario organizado por el Sindicato de las Empresas Distribuidoras de Gas (Sindigas), que por su parte anunció una sensible reducción en el consumo de GLP (gas licuado de petróleo) por parte de la industria.

Según el presidente de Sindigas, Sergio Bandeira de Mello, el sector industrial representa el 10 por ciento de las ventas de gas hechas por los distribuidores, y la reducción del consumo en enero y febrero llegó al 20 por ciento.

Con todo, Bandeira cree que el consumo de gas en 2009 debe crecer cerca de 2,5 por ciento (en 2008 había aumentado 2,2 por ciento), debido a la creciente adopción de ese combustible por parte del sector agrícola, sobre todo para el secado de granos. Fin