Los líderes de la Unión Europea (UE) empezaron hoy su cumbre de primavera de dos días para discutir las crisis financiera y económica y encontrar una posición común para la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20) en Londres.
Los líderes evaluarán la efectividad de un plan de recuperación económica de 200.000 millones de dólares, que fue propuesto por la Comisión Europea en noviembre para compensar el impacto de la crisis financiera mundial.
El gasto de 5.000 millones de euros a nivel de la UE sobre energía e infraestructura de punta ha resultado ser el elemento de mayor desacuerdo en el paquete de recuperación.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE no alcanzaron acuerdo sobre este asunto a principios de esta semana, y lo dejaron para los máximos líderes del bloque. La cuestión se volvió delicada porque el dinero habría provenido de fondos no usados de la llamada Política Agrícola Común.
Los líderes de la UE también tendrán que encontrar una posición común sobre la cumbre del G-20 porque sólo participarán unos cuantos estados miembros de la UE.
El primer ministro finlandés, Matti Vanhanen, dijo que para su país lo más importante en la cumbre de la UE es presentar una posición común de la UE en la cumbre de Londres.
Vanhanen dijo que desea que los líderes de la UE puedan alcanzar acuerdo para proporcionar más recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI). El dijo que su país está dispuesto a prometer más contribuciones.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que se necesitan estímulos económicos y regulación financiera.
El insistió en la necesidad de supervisión y regulación financiera, en la lucha contra el proteccionismo, así como en la necesidad de enfrentar el desempleo, que, dijo, es su máxima preocupación.
Un plan de rescate financiero para los miembros europeos centrales y orientales de la UE, discutido en una cumbre informal el 1 de marzo, parece no tener ningún futuro.
El primer ministro checo, Mirek Topolanek, cuyo país ocupa la presidencia alterna de la UE, rechazó el plan hoy.
Un paquete de rescate crearía "bloques" dentro de la UE y provocaría "pánico innecesario en los mercados", dijo Topolanek a los medios de comunicación checos. "Hemos rechazado claramente los arreglos del bloque", dijo. Fin