John Norris, funcionario del área de asuntos del este de Asia y el Pacífico, afirmó el lunes que el Tíbet es parte de China y que Estados Unidos no apoya la "independencia del Tíbet".
Norris hizo estas declaraciones durante una reunión con una delegación de diputados tibetanos. La delegación, liderada por Shingtsa Tenzinchodrak, una reencarnación de Buda de la secta Kagyu del budismo tibetano, se reunió el lunes con funcionarios e investigadores estadounidenses en la capital de EEUU.
"Me alegro mucho de haber tenido la oportunidad de conversar con ellos", declaró Shingtsa Tenzinchodrak, quien es también vice presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular de la Región Autónoma del Tíbet.
"Creo que están muy interesados en el Tíbet. Pero creo que no pueden ver la realidad total del Tíbet", añadió.
Durante las conversaciones, las dos partes debatieron el asunto de la libertad de religión en el Tíbet.
"Creo que cualquiera que haya estado en el Tíbet puede decir si hay libertad de religión o no", aseguró Shingtsa Tenzinchodrak. "Los creyentes budistas con ruedas de oración en las manos son una imagen normal en las calles de Lhasa."
La libertad de creencia religiosa está contemplada en la Constitución de China.
"Tíbet cuenta ahora con más de mil 700 lugares sagrados, y con unos 46 mil monjes y monjas", explicó Shingtsa Tenzinchodrak, citando estadísticas del gobierno.
En respuesta a las preguntas sobre los disturbios producidos el 14 de marzo del año pasado en Lhasa, Shingtsa Tenzinchodrak declaró que el incidente, en el que murieron al menos 18 civiles, no fue de ninguna manera "una manifestación pacífica".
"La multitud prendió fuego a tiendas y casas. Los criminales implicados en los disturbios deberían ser castigados según las leyes", aseguró.
Durante sus conversaciones con los integrantes del Instituto EEUU-Asia, los diputados tibetanos contestaron preguntas relacionadas con los contactos entre el gobierno central de China y los enviados privados del Dalai Lama.
"La política del gobierno central sobre este asunto es rígida", sentenció Shingtsa Tenzinchodrak.
"Siempre que (el Dalai Lama) renuncie a las actividades separatistas, el gobierno central estará dispuesto a tener contactos con sus enviados. Esta puerta siempre ha estado abierta", añadió.
El Instituto EEUU-Asia, una organización privada y no gubernamental dedicada a impulsar el entendimiento y las relaciones entre EEUU y los países asiáticos, ha organizado muchas visitas de delegaciones del Congreso de EEUU a China durante los últimos años.
"El Instituto EEUU-Asia se alegra de poder acoger la primera delegación de diputados por el Tíbet en la APN. Hemos tenido la oportunidad de debatir una serie de asuntos de gran importancia tanto para la delegación como para el Congreso (de EEUU)", declaró.
"Ha sido una oportunidad para que podamos reforzar las relaciones entre EEUU y China gracias a una exposición clara y honesta de nuestros puntos de vista para que cada parte pueda entender qué le preocupa a la otra", explicó.
El jefe economista del Partido Republicano en el Senado, Jeffrey Wrase, quien fue invitado a participar en las conversaciones en el Instituto EEUU- Asia, afirmó que muchas veces siente que muchos informes sobre el Tíbet estaban escritos por gente que nunca ha estado en el Tíbet, lo que le parece muy sospechoso.
Wrase añadió que está planeando viajar al Tíbet en agosto para poder ver en persona la realidad del Tíbet.