El gobierno uruguayo evalúa la reducción de la jornada laboral, propuesta por la mayor central de trabajadores del país, para paliar el impacto de la crisis global, dijo el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi.
En declaraciones publicadas este domingo por la prensa local, Bonomi dijo que la eventual disminución de las horas de trabajo conllevará un recorte de salarios, efecto no previsto en la iniciativa sindical.
El ministro también consideró que la medida no es de fácil aplicación y que necesariamente tiene que aplicarse en acuerdo con las empresas.
Milton Castellanos, dirigente de la Convención Nacional y Plenario Intersindical de Trabajadores, la mayor central obrera del país conocida como PIT-CNT, discrepó con Bonomi al señalar que la reducción de la jornada "no necesariamente" debe de implicar una rebaja en las remuneraciones.
"Si no entraríamos en que son los trabajadores los que pagan el precio de la crisis", opinó el sindicalista.
Castellano dijo que el país "todavía no está en una situación dramática", aunque admitió que "sí existen algunos síntomas que hay que atender".
El ministro y el dirigente del PIT-CNT coincidieron en que la propuesta sobre la jornada laboral debería instrumentarse sólo en los sectores más golpeados por el escenario internacional.
La industria textil, las curtidurías y el sector automotriz son de los más afectados por la crisis a nivel local.
En Uruguay el desempleo subió un punto porcentual, para colocarse en 7,38 por ciento en enero pasado, respecto a diciembre anterior.
La previsión oficial de crecimiento de la economía para 2009 es de 3 por ciento, aunque algunos funcionarios admitieron que seguramente se deberá revisar a la baja al 2 por ciento.
El Producto Interno Bruto (PIB) uruguayo se expandió 10,6 por ciento en 2008 y completó su sexto año de crecimiento, según anuncio reciente del presidente Tabaré Vázquez. Fin