Quizás sólo se vean ocasionalmente, pero la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, mostraron hoy un frente unido para rechazar los llamados de Estados Unidos de más planes de estímulos económicos en medio de una desaceleración económica mundial.
Los dos líderes insistieron en que la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20) debe lograr resultados obligatorios sobre regulaciones financieras más estrictas.
Después de una cumbre bilateral en Berlín, Sarkozy insistió en que los dos países ya invirtieron bastante para contener la crisis económica.
"No queremos gastar más", dijo Sarkozy, quien agregó que la prioridad europea ahora es lograr acuerdos internacionales para reforzar la regulación de los mercados financieros.
"Debemos hacer nuestros máximos esfuerzos para impedir que se repitan las crisis", agregó.
Merkel declaró en una conferencia de prensa conjunta que Alemania y Francia tienen posiciones idénticas sobre el logro de regulaciones financieras internacionales más estrictas y espera que Reino Unido se les una.
Pero el ministro británico de Hacienda, Alistair Darling, pareció enviar una señal diferente cuando dijo el miércoles que su país y Estados Unidos "están de acuerdo" sobre la necesidad de estímulos económicos.
Merkel dijo hoy que el primer ministro británico, Gordon Brown, firmó el acuerdo alcanzado en una cumbre europea en Berlín el mes pasado, el cual pidió una regulación más enérgica sobre los fondos de cobertura de riesgo, acabar con los paraísos fiscales y más recursos para el Fondo Monetario Internacional (FMI), a fin de ayudar a los países en crisis. Fin