Las relaciones entre China y Estados Unidos han estado logrando un progreso estable en medio de altibajos desde principios de 1979, cuando las dos naciones establecieron oficialmente relaciones diplomáticas gracias a los esfuerzos concertados de ambas partes.

Las relaciones siempre mejores entre China y Estados Unidos no sólo han generado beneficios enormes a los dos pueblos sino también hecho contribuciones importantes a la paz y desarrollo mundiales.

El dinfunto líder chino Deng Xiaoping hizo su histórica visita a Estados Unidos menos de un mes después del establecimiento formal de relaciones entre los dos países.

Desde entonces, China y Estados Unidos han mantenido intercambios frecuentes de visitas de alto nivel y han sostenido activamente intercambios en diversos niveles.

Las dos naciones han firmado una serie de importantes documentos y han establecido gradualmente más de 60 mecanismos de diálogo y consulta, incluido el mecanismo de diálogo estratégico chino-estadounidense y el mecanismo de diálogo económico estratégico.

Con la ampliación de la interacción política y económica y la profundización del entendimiento mutuo en las tres décadas pasadas, las dos naciones han alcanzado consenso sobre un creciente número de asuntos y han presenciado una cooperación más amplia.

China emprendió su campaña histórica de reforma y apertura casi al mismo tiempo que estableció relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

La política de reforma y apertura del país ha generado prosperidad y oportunidades de cooperación para los países del mundo, incluido Estados Unidos. La cooperación chino-estadounidense también inyectó nuevo ímpetu al desarrollo y modernización de China.

El volumen del comercio bilateral entre China y Estados Unidos creció de 990 millones de dólares USA en 1978 a 302.000 millones de dólares USA en 2007. Los dos países se han convertido mutuamente en el segundo mayor socio comercial de cada uno.

La inversión estadounidense acumulada en China ha llegado hasta el momento a 60.000 millones de dólares USA. En China operan actualmente 17.000 empresas con capital estadounidense, cuyos ingresos anuales por ventas ascienden a más de 100.000 millones de dólares USA.

Sin embargo, el desarrollo de las relaciones chino-estadounidenses ha tenido algunos contratiempos y el progreso no se ha alcanzado fácilmente. Los dos países deben valorar realmente el desarrollo actual resultado de sus relaciones.

Las experiencias del pasado mostraron que los tres Comunicados Conjuntos emitidos por las dos partes sentaron una base política para las relaciones bilaterales y sólo si las dos partes se apegan a estos principios, buscan una base común al mismo tiempo que reservan sus diferencias y elevan el consenso, las relaciones bilaterales superarán las dificultades y se desarrollarán sanamente.

La historia ha demostrado que el desarrollo de las relaciones chino-estadounidenses depende del respeto mutuo de sus intereses clave, de si se respetan los sistemas sociales, el proceso de desarrollo, las historias y las culturas diferentes.

El diálogo equitativo y la comunicación basada en el respeto mutuo son la vía correcta para eliminar malos entendidos y mejorar la confianza mutua.

Las relaciones chino-estadounidenses han desempeñado un papel cada vez más importante en el mundo entero. Actualmente, el mayor país en desarrollo y el mayor país desarrollado comparten más intereses comunes que nunca antes.

Actualmente, el mundo enfrenta una seria crisis financiera y débiles perspectivas de crecimiento económico mundial. China y Estados Unidos, dos entidades económicas que hacen la mayor contribución al crecimiento económico mundial, no pueden escapar de los efectos.

Frente a ese escenario, las dos partes deben promover sus relaciones bilaterales hacia un nuevo nivel, fortalecer los intercambios de alto nivel, intensificar la cooperación en diversas áreas, y elevar la coordinación en políticas macroeconómicas y financieras. Esos esfuerzos no sólo ayudarán a los dos países a enfrentar juntos la crisis, sino que también servirán para mantener la estabilidad financiera mundial y a estimular el crecimiento económico mundial.