China tendrá un campo de juego más nivelado con respecto a Estados Unidos a la hora de luchar contra la recesión económica, pero aun así los líderes chinos deberán ser prudentes ante las potenciales trampas ocultas en las palabras aduladoras de la parte estadounidense, según los expertos.
En un foro del periódico de negocios Financial Times sobre las relaciones sino-estadounidenses celebrado el viernes en Hong Kong, los eruditos expresaron su deseo de que las relaciones entre China y Estados Unidos se mantengan sólidas en general en los próximos años, pues ambas partes buscan la estabilidad y son pragmáticas.
A presente, China está enfrentada a varios desafíos, entre ellos, la necesidad de reestructurar aún más la economía, tratar de encontrar un modelo de desarrollo alternativo al crecimiento generado por la exportación de las últimas décadas y la presión de una posible inestabilidad social.
Las decisiones adoptadas por los líderes chinos para tratar la actual crisis "mostrarán el camino para una reinvención a largo plazo de la economía china", señaló Jonathan Fenby, autor de "Historia Moderna de China", publicada por la editorial Penguin.
China se hará más fuerte si es capaz de manejar los asuntos de manera correcta, opinó.
Lifen Zhang, editor jefe de FTChinese.com, indicó que China no es capaz de actuar como salvador económico de la actual crisis puesto que debe tener cuenta su propia postura a la hora de negociar con Estados Unidos.
La prioridad número uno del país norteamericano es ahora restaurar la confianza y la integridad del sistema económico más desarrollado del mundo, proceso que necesita la cooperación de China, la economía en más rápido desarrollo del planeta, afirmó Simon Schama, profesor de historia de la Universidad de Columbia, EEUU.
Schama aconsejó a China hacer buen uso de su potencial de contribución a la lucha contra la crisis financiera. Fin