En 2007 la economía china ha elevado notablemente la calidad y el rendimiento en el desarrollo, sin embargo, enfrenta cada vez más desafíos y riesgos: superávit comercial en aumento, emisión de moneda excesivamente acelerada, alza continua de los precios…, mientras la excesiva liquidez ha convertido la “previsión” de la inflación hecha a principios del año en la “presión” para el final del ejercicio que termina.
Las políticas monetarias complementarias, lanzadas con gran frecuencia en un solo año, como el incremento de la tasa de interés en 5 ocasiones y en 10 en el caso de las provisiones para depósitos, condujeron a una política monetaria restrictiva en la Reunión de Trabajo Económico del Gobierno Central, a fines de este año; la prevención al sobrecalentamiento económico y la notable inflación devinieron tarea primordial para el control macroeconómico de 2008.
Procurar una coordinación integral para el desarrollo sostenible y promover el desarrollo rápido y sano de la economía nacional han definido el principio del rumbo de la economía china para el 2008.
Un desarrollo sano es lo primordial
Desde el planteamiento del “desarrollo rápido y sano” en 2005 y 2006, hasta la “persistencia en un desarrollo sano como primordial” en el trabajo económico, definida de manera explícita en la Reunión de Trabajo Económico del Gobierno Central de 2007, el aumento de la importancia de un “desarrollo sano” ha reflejado la determinación del Gobierno Central de intensificar el cambio de la modalidad del crecimiento económico y materializar el desarrollo integralmente coordinado y sostenible de la economía nacional.
Como reza el proverbio “Es más difícil actuar que conocer”, el “desarrollo sano” prioritario se traduce en que en un periodo futuro bastante largo, China debe hacer ingentes esfuerzos para materializar la coordinación entre velocidad, calidad y rendimiento, la coordinación entre consumo, inversión y exportación, la coordinación entre demografía, recursos y ambiente, y la coordinación entre reforma, desarrollo y estabilidad.
Presión sobre la inflación
Como consecuencia del alza de los precios de la carne porcina y el aceite comestible, el Índice de Precios al Consumo (IPC) registra un aumento sostenido desde el mes de marzo pasado, cuando alcanzó un 3,3%, hasta noviembre reciente, con un 6,9%, sobrepasando la línea roja del 3% por nueve meses consecutivos. Pese a que se trata de un aumento de carácter estructural por etapas, que no ha provocado el aumento integral y sostenido de los precios, debido a la mayor demanda global frente a la oferta, nadie pone en tela de juicio que China está entrando en un período de elevada inflación.
Expertos prevén que el IPC anual tendrá un aumento del 4,5% al 4,6%. Por lo tanto, la Reunión de Trabajo Económico del Gobierno Central, que traza el rumbo de la economía, tendrá en cuenta la “prevención a la conversión del aumento estructural de los precios en una inflación notable” como tarea prioritaria del control macroeconómico. Mientras que la media de la población no se preocupa más que por si el costo de la “canasta de verduras” para fines de año seguirá siendo igual que en el pasado.
Excesiva liquidez
Esta palabra, conocida como la más de moda de la economía china en los últimos años, contempla en general la abundancia de fondos en la economía y el impulso relativamente fuerte de concesión de créditos y préstamos de los bancos. En circunstancias en que se vive un desequilibrio económico internacional, el superávit comercial que conduce a la enorme reserva de divisas y los créditos y préstamos concedidos por iniciativa de los bancos constituyen la principal causa de la excesiva liquidez.
El “Informe sobre la Situación del Comercio Exterior de China” prevé que el superávit comercial de todo el año llegará a 250.000 millones de dólares. Las medidas monetarias, como la reducción de créditos y préstamos, tal vez puedan surtir un efecto paliativo, sin embargo, eliminar el desequilibrio del comercio exterior y neutralizar el enorme superávit comercial constituyen un medio radical para resolver la excesiva liquidez. Ello no solamente requiere la reevaluación apropiada del renminbi, lo más importante reside en estimular y ampliar la demanda interna, edificando poco a poco un sistema financiero del desarrollo equilibrado de financiación directa e indirecta.
