Keno podría sonar bastante japonés pero no lo es. El juego es en cierta manera similar al bingo, pues el jugador escoge una serie de números que van del 1 al 80 y los coteja con los números que se sacan al azar de la casa. Se trata de un elemento común en los casinos y a su vez es uno de los juegos más antiguos.
El Keno se empezó a practicar en China durante la dinastía Han, hace unos 3000 años. Se cree que el hombre que desarrolló el juego era Cheung Leung, uno de los cabecillas de la dinastía quien, en aquella época, dirigía a su ciudad en la guerra. La guerra estaba afectando las arcas de la ciudad y Leung quería encontrara la manera de financiara la guerra sin tener que sobrecargar a sus habitantes. Para ello diseñó un juego parecido a la versión moderna del Keno tal y como se conoce hoy en día.
Basó el juego en un conocido poema chino de la época, El Clásico de los Mil Caracteres por Zhou Xingsi. Dicho poema era utilizado para enseñar a los chinos a contar usando los símbolos chinos y es todavía bastante popular en la actualidad.
El poema contenía 250 frases con 4 caracteres cada una. De los 250 Xingsi usados se hacían 120 frases y se subdividían en 8 caracteres. El ganador era el que sacaba la subdivisión entera correctamente. El premio eran 10 tael, la moneda local de aquella época. Todavía se practica el juego, aunque se han llevado a cabo algunas modificaciones, la mayor de las cuales es la reducción de las frases de 150 a 80.
A través de este juego Leung pudo financiar la guerra y el juego se hizo tan popular que pronto fue conocido como “El juego de los palomas blancas”, pues usaba palomas blancas para pasar el mensaje de las derrotas y victorias a lo largo del territorio rural chino. El juego se hizo tan popular que la Gran Muralla China fue también financiada con dinero procedente del Keno. Tras dicho período poco se supo del juego.
Se cree que el Keno llegó a América con los marineros chinos o los trabajadores del ferrocarril que llegaron para unirse a la construcción del ferrocarril transcontinental. Los caracteres chinos se fueron cambiados por números para que los americanos pudiesen entender el juego. El Keno experimento un corto período en el que fue conocido como hipódromo keno en un esfuerzo de los trabajadores por esconder el juego del Gobierno Federal que lo consideraba una forma de lotería y, por tanto ilegal, en aquella época. Recuperó su nombre en el momento que se decidió gravar las apuestas ilegales, legalizando a todos los efectos el keno.
