Los industriosos chinos llegados al Perú, la mayoría procedentes de Cantón, fueron un estímulo y transformaron la gastronomía peruana, contribuyendo a su notable enriquecimiento y convirtiéndola en una de las más variadas y distinguidas del orbe. Además, muchos de ellos se establecieron definitivamente en el Perú, uniéndose en matrimonio con mujeres del país y formando nuevas familias peruanas que se hicieron parte de la cultura y el desarrollo nacional.