Desenterrada en la ciudad de Xi’an, en la provincia de Shaanxi, en 1953, esta teja fue hecha durante la dinastía Qin. En la frase se puede leer “El cielo reconoce la santidad y beatitud del emperador; su reinado eterno apacigua al mundo”.
También datada de la época Qin, este tipo de aleros representando monstruos mitológicos de buen augurio se usó de forma muy extensa.
Este alero de la dinastía Han es uno de los más curiosos, ya que registraba un enlace matrimonial entre una princesa han y un rey huno con el que se garantizaba la paz en la frontera norte del imperio.
Este conjunto titulado “Aleros de tejas de las Cuatro Divinidades” fue encontrado durante una excavación en la parte de la Gran Muralla que data de la dinastía Han en 1956. Los antiguos dedujeron de la observación de las estrellas en el cielo cuatro tipos de imágenes: el pájaro, el dragón, el tigre y la tortuga. A finales de la dinastía Han del Oeste (206 AC- 24 DC) y principios de la dinastía Han del Este (25 – 220 DC), el dragón verde, el tigre blanco, el carpodaco y la tortuga negra fueron elevados a la categoría de seres sobrenaturales, denominados comúnmente “las cuatro divinidades”, que eran guardianes y ahuyentaban los espíritus malignos.
Datado en época de la dinastía Wei (220-265 DC), estos aleros adoptaban las formas de lotos y monstruos mitológicos, además de incluir unos caracteres en los que se puede leer la frase “riquezas y honor para siempre”.