Actores –tanto humanos como marionetas- representan la ‘Danza del Paraguas’

La titiritería china es una de las grandes contribuciones del país asiático a los tesoros del Patrimonio Mundial de las artes escénicas. Un arte con una larga historia que cuenta con gran variedad de tipos de títeres y excelentes habilidades en su manejo.

Historia

Los expertos coinciden en que las representaciones teatrales con marionetas surgieron en la dinastía Han y se hicieron populares en la Tang (618-907). De acuerdo con la historiografía de la Dinastía Han Posterior, los títeres ya existían en la Dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.). Durante el Periodo de los Tres Reinos (220-280), una persona llamada Ma Jun usaba agua corriente para manejar unas figuras que reproducían una serie de movimientos humanos.

Las marionetas disfrutaron de un periodo de esplendor en la Dinastía Song. Los grupos de titiriteros florecían por todo el Imperio. Las marionetas chinas alcanzaron un mayor desarrollo en la Dinastía Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), con la expansión por todo el país de una serie de escuelas. Las marionetas de guantes aparecieron en Fujian, los títeres de varillas de Guangdong, Fujian y Guizhou, los títeres de cuerda de Shanxi, Shaanxi y Henan, así como los títeres de hilo del este de Guangdong y el oeste de Fujian.

Modelos de marionetas

Los espectáculos de marionetas de diferentes lugares tienen sus características únicas, con un fuerte color local en lo que se refiere a los modelos de las figuras. El desarrollo del modelo de marionetas chinas se puede dividir en tres etapas:

En una primera etapa, las marionetas comprenden un 70 por ciento de decoración pintada y un 30 por ciento tallada. Las cabezas de los títeres eran talladas de forma sencilla y las caras se pintaban de acuerdo con el personaje al que representaban.

En un segundo momento, se puso el acento tanto en la talla como en la pintura. Los fabricantes de títeres empezaron a otorgar gran importancia a la creatividad y las técnicas de tallado, dando lugar a la aparición de los fabricantes de marionetas profesionales y sus talleres. La primera y segunda etapa cubren el periodo posterior a las Dinastías Ming y Qing.

La tercera etapa fue testigo del desarrollo de las artes plásticas y la libertad creativa. Los fabricantes modernos de marionetas hacen un uso integral de los materiales de acuerdo con las necesidades de la obra y los requerimientos estéticos modernos. Sus títeres, propios de la exageración artística, muestran enteramente la calidad única de la titiritería y rompen con las convenciones de la Ópera China en términos de definición de personajes. Esta etapa marca una época de prosperidad desconocida anteriormente en la historia de las marionetas chinas.