El Festival de Cine de San Sebastián (norte de España), una de las muestras cinematográficas con más solera y prestigio del panorama cultural europeo y que celebra este año su 57ª edición, ha vivido durante los últimos días jornadas en las que el cine chino ha tenido una sobresaliente presencia.
Por una parte, el director Ang Lee presentó su película ‘Destino Woodstock’ sobre el célebre festival de música norteamericano, convertido hoy en todo un mito de la generación hippie. Esta película representa un nuevo punto de inflexión en la filmografía del cineasta.
Pero fue sin duda la presentación del filme ‘Ciudad de vida y muerte’ (titulada originalmente ‘Nanjing! Nanjing!’) la que más atención ha acaparado en la prensa. Varios medios españoles, en sus ediciones digitales, alaban la película y coinciden en calificarla como una verdadera y agradable sorpresa, que cosechó un ‘aplauso atronador’ por parte de los críticos presentes en la proyección.
La película cuenta uno de los episodios más negros de la historia china y de la Humanidad, la ocupación de Nanjing, por entonces capital de China, por las tropas imperiales japonesas en 1937 y los crueles y horrendos episodios perpetrados por los invasores nipones en la ciudad.
Dirigida por Lu Chuan, la cinta deslumbró por la narración y su estética, con sus secuencias en blanco y negro, sus poderosas imágenes y la compleja indagación psicológica de unos personajes que viven situaciones de injusticia, violencia, crueldad y dolor extremos.
A la presentación de la película ayer lunes por la mañana en la ciudad vasca acudieron, además del propio director Liu Chuan, los actores protagonistas del largometraje, Liu Ye y Qin Lan. Los tres posaron para la prensa en las afueras del Kursaal, el edificio donde tiene lugar el festival.
El cine chino viene recientemente tomando un papel destacado en los numerosos festivales cinematográficos que jalonan el calendario, en los que va aumentando su protagonismo y recogiendo buenas críticas.