Desde 2001, los artistas autóctonos de Beijing y de otras provincias de China vienen concentrándose en este Centro y transformándolo, con secillas decoraciones que destacan sus particulares estilos artísticos, en un espléndido espacio de creación y exposición artística. Hoy día, el 798, como uno de los sitios más representativos de Beijing, está atrayendo cada vez más la atención de gente de otros países y de medios extranjeros.