Con esta idea en la mente, las obras de Baishi muestran un estilo natural, basado en su propia vida. Los temas de sus pinturas incluyen casi todo, animales, paisajes, figuras, juguetes, verduras, etc. A pesar de que Baishi no fue el primer artista en fijar su atención en las cosas pequeñas de la naturaleza, se le conoce por su hermosa e inigualable forma de pintar tales imágenes comunes.
Algunos artistas alaban la “frescura y espontaneidad que supo llevar al género de los pájaros y las flores, insectos y hierbas, sabios y paisajes”.
Una de las primeras series de Baishi, ‘La Carpa’, recibe elogios por su estilo sencillo sin decoración o escritos superfluos.
Tras la caída de la dinastía Qing, Qi Baishi no se mostró afectado por los acontecimientos políticos. En tiempos difíciles, supo mantener sus propios valores artísticos.
Qi también fue un teórico de la pintura. Consideraba que “la pintura debe ser algo ente real e irreal. Si resulta demasiado real, la pintura es vulgar, y si es irreal, es un engaño a la gente”.
Baishi muestra una especial habilidad en la representación de gambas. El espíritu de la gamba y la forma en que flota sobre el agua se ilustra vívidamente con sólo un poco de tinta.
Pintura de gambas