A la orilla del lago Lugu, lugar donde se unen las provincias Yunnan y Sichuan, los moso, etnia que aún mantiene las características de una sociedad matriarcal, están construyendo un museo que exhibirá sus peculiares costumbres y tradiciones, con el objetivo de mostrar al mundo la “ortodoxa” cultura tradicional historia de los moso.
“Vivimos en una época en que la cultura tradicional tiene grandes posibilidades de perderse, y muchas costumbres de los moso están desapareciendo poco a poco, así que sentimos la obligación de hacer algo para preservar esta antigua cultura y facilitar que sea conocida por la gente”, comentó a los medios Erqing, un poblador de la aldea Luoshui en Lijiang, provincia Yunnan, que, junto a su amigo Dorje es el fundador de este museo, el único de China que recoge el legado de la cultura moso.
En los últimos años, con el desarrollo de la industria turística, la introducción de aspectos de las culturas del mundo exterior produjo grandes cambios en la vida de los moso, y no pocas costumbres tradicionales se han ido modificando debido a su contacto con la civilización moderna, como por ejemplo la particular tradición de “no casarse”, que fue sustituida por un régimen de monogamia.
Según Dorje, “al referirse a los moso, lo primero que viene a la cabeza de muchos es su costumbre de “no casarse”, de modo que parece que es lo único representativo de su cultura. Esta costumbre dista mucho, sin duda, de las nuestras, y puede causar malentendidos al pensarse que los moso no son fieles en el amor, y que tienen una vida sexual muy promiscua”. Sin embargo, esto no es así, señala Erqing, sino que se trata de una mal interpretación de sus costumbres, ya que “la costumbre de no casarse no se refiere, de ninguna manera, a un matrimonio de broma. Las relaciones sentimentales entre los moso están establecidas sobre la base del amor, no restringidas por la ley, la religión, la posición social, la situación económica, entre otros factores”. Precisamente estos malentendidos que surgen del contacto con el mundo exterior fueron la razón principal de que Erqing y Dorje se plantearan fundar un museo sobre las costumbres de los moso.