El pasado mes de marzo se iniciaron las obras del pabellón español, que se prevé esté terminado en marzo de 2010.

En pasado 15 de mayo tuvo lugar la presentación de este pabellón “cesto”, en el marco de la semana promocional del Pabellón de España en la Exposición Universal Shanghái 2010, que contó con la presencia del comisario general del Pabellón de España, Javier Conde; el embajador de España en China, Carlos Blasco; la arquitecta del pabellón, Benedetta Tagliabue, así como representantes locales de la Expo.

Tras el intercambio de mascotas -“Fluvi” y “Haibao”-, como expresión de la amistad entre los pueblos español y chino, la organización local de la Expo subrayó el progreso en la participación de España en esta “magnífica reunión global” y mostró su entusiasmo para compartir y progresar juntos en la organización de dicho acontecimiento.

La Semana de Promoción presenta una imagen de España como país innovador y al mismo tiempo dotado de un rico pasado, además de remarcar su papel como país organizador de grandes Expos (Barcelona 29, Sevilla’92 y Zaragoza 2008). “Esperamos que tanto el pabellón como lo que en él se exponga, quede como recuerdo permanente de España en Shanghai”, afirmó el embajador de España, D. Carlos Blasco, quien expresó el deseo de España de que el Pabellón “sea indultado” y permanezca en Shanghai como centro de cultura tras la Expo.

El visitante puede contemplar en el Shanghai Expo Exhibition Center una muestra sobre el original edificio, obra del estudio EMBT Miralles-Tagliabue, que “pretende huir del concepto tradicional de caja contenedora abriendo paso a grandes espacios que permitirán un tránsito fácil y fluido del público”, señaló Tagliabue.

El pabellón, uno de los más grandes, contará con un presupuesto de 18 millones de euros y una superficie útil de aproximadamente 7.081 metros cuadrados. Su estructura está formada por una “malla” de 1300 toneladas de acero, recubierta por alrededor de 8.500 placas de mimbre de diferentes texturas, colores y curvaturas, que cubrirán toda la fachada. Un prodigio de belleza sobre una superficie de 6.000 metros cuadrados.

El diseño se basa en la cestería de mimbre, “una técnica artesanal arraigada tanto en España como en China y cuyo lenguaje universal sirve de puente entre Oriente y Occidente” y “sus materiales de construcción son una muestra de la amistad entre los pueblos”, apuntó Conde. “En China también se hace mimbre en muchos lugares y con la misma técnica”, añadió Tagliabue, quien definió el edificio como “una arquitectura de contrastes y líneas sinuosas que combina la calidez de los materiales orgánicos y las nuevas tecnologías”.

El mimbre será tratado para adquirir tres tonalidades diferentes y articulará un sistema de paneles insertados en un gran entramado de acero tubular por donde se filtrará la luz desde el exterior. La arquitecta definió el pabellón como “forma de geometría dinámica” y explicó que la parte exterior, esto es, los paneles de mimbre policromados, se utilizarían para escribir “una gran poesía que todo el mundo pueda leer”, “un poema virtual arquitectónico a gran escala”. Con los paneles más oscuros se formaran frases positivas mediante hanzi (caracteres chinos). “Jugaremos con la caligrafía china, un arte visual, pictórica y literaria, para crear un ambiente positivo que se mantenga durante toda la exposición”, afirmó.

Los contenidos del Pabellón de España responderán al lema “De la ciudad de nuestros padres a la ciudad de nuestros hijos”, retrospectiva al momento en que en se produjo en España el gran éxodo campo-ciudad -el mismo que hoy está viviendo China, y su recorrido estará integrado por tres espacios o bloques narrativos: “de la naturaleza a la ciudad”, lo atávico y lo inmemorial, lo salvaje y lo civilizado; “de la ciudad de nuestros padres a la actual”, del pasado reciente al presente; y “de la ciudad actual a la de nuestros hijos”, del presente al futuro. Dividido en tres plantas, contará con un espacio de contenidos, otro de usos públicos y el espacio reservado a recepciones institucionales (un bar de tapas, una tienda, un auditorio, sala de prensa y estudio para emisiones audiovisuales, un centro de negocios y oficinas).

España pretende pues, mediante el continente y el contenido, transmitir una imagen moderna y contemporánea del país y sus ciudades. Para ello, un equipo multidisciplinar, formado por urbanistas, sociólogos, cineastas y artistas, trabaja ya en la formalización cada uno de los espacios expositivos, cuyos contenidos culturales y lúdicos todavía no han sido revelados.