Abandonado por los adultos del grupo, un joven ejemplar de dinosaurio falleció ahogado en un estanque de lodo hace más de 90 millones de años, en la región que posteriormente se convertiría en el desierto del Gobi.
Los restos fósiles, recién desenterrados por un grupo de científicos chinos y estadounidenses, ofrecen enorme evidencia sobre la vida y muerte de estos dinosaurios con forma de avestruz – sinornithomimus.
“Este es un descubrimiento muy interesante porque 99,9 por ciento de las veces encontramos grupos de esqueletos de individuos que murieron en diferentes periodos y por razones desconocidas”, explicó Paul Sereno, profesor de la Universidad de Chicago y miembro del equipo de excavación. “El otro 0,1 por ciento de las veces tenemos la suerte de encontrarnos con restos de grupos muy bien preservados tras haber sido arrasados por inundaciones o erupciones volcánicas”. Sereno ha participado en otras excavaciones en China en el pasado.