Después de más de ocho meses de discusión sobre el nuevo reglamento, los expertos y funcionarios incluyeron el sistema de consulta para tomar decisiones sobre importantes proyectos de restauración del Palacio Potala.

"No tenemos el mapa de diseño (del Palacio Potala). Las tareas de restauración requieren mucha experiencia y técnicas especiales", explicó el funcionario chino, quien destacó que un análisis suficiente antes de emprender el proyecto ayuda a evitar daños a los edificios antiguos y a las valiosas reliquias que se encuentran al interior.

El gobierno chino ha destinado desde 1988 más de 205 millones de yuanes (30,15 millones de dólares) para las reparaciones del Palacio Potala, situado en la montaña Hongshan, a 3.700 metros de altura sobre el nivel del mar.

Jampa Gaisang, director de la oficina de administración del Palacio de Potala, afirmó a Xinhua vía telefónica las ventajas que tiene el nuevo reglamento para la conservación.

"Vemos muchos detalles en temas como la higiene, la prevención de incendios, la colocación de anuncios publicitarios, así como el control de entradas de turistas, entre otros", dijo el tibetano de 67 años.

"Con el rápido crecimiento del turismo, la llegada de los turistas también experimentó un notables incremento en los últimos años, lo que supone enormes desafíos para la operación y la protección del Palacio de Potala", explicó Jampa Gaisang.

El funcionario dijo que el Palacio Potala recibe a unos 2.300 turistas diariamente. "Debemos controlar el número (de ingreso de viajeros)", afirmó Jampa Gaisang, sin precisar la cifra exacta.

El Palacio Potala fue incluido en 1994 en la lista del patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y es considerado uno de los lugares más sagrados por los tibetanos.