El Festival Qixi, el cual fue listado como un patrimonio cultural intangible en el 2006, ha recobrado una gran popularidad entre los chinos, particularmente los jóvenes.
“El rejuvenecimiento del festival puede atribuirse a dos razones,” declaró Xiao Fang, un profesor de folclore en la Universidad Normal de Beijing.
“En primer lugar, es una respuesta natural hacia los desafíos de los festivales occidentales, como el Día de Valentín y Navidad. En segundo lugar, la gente necesita ocasiones especiales para canalizar sus afectos, por lo que quieren dicho festival para socializar.”