Después, comenzando desde el centro y trabajando hacia fuera de forma concéntrica, los monjes usan los embudos de metal para colocar a millones de granos de arena teñidos en diseños elaborados. Las vibraciones del embudo que chirria con una barra de metal causa que los granos de arena fluyan como líquido. La arena usada en el Ayuntamiento de Manchester era actualmente mármol molido del Sur de India. Otras sustancias populares son flores, hierbas o granos pulverizados. En tiempos antiguos, también se usaban gemas preciosas y semi-preciosas pulverizadas. Tradicionalmente, la mayoría de las mandalas de arena son destruídas poco después de ser terminadas. Esto se hace como una metáfora por la impermanencia de la vida. Las arenas son barridas y colocadas en una urna; para llevar a cabo la curación, la mitad se distribuye al público, mientras que el resto se lleva a un lugar de agua cercano, donde es depositado. Así, las aguas llevan la bendición de la curación al océano, el cual se extiende desde allí a todo el mundo para una curación planetaria.