En Beijing viven muchos Hui, principalmente en la Calle de Niujie, en el sur de la ciudad. Por lo tanto, las comidas ligeras musulmanas representan una proporción muy importante de las servidas en la capital. Siendo suave, flamante y blanda, la carne de cordero tiene un sabor muy especial. Es seguro que el anciano Ma dispone de su propia receta, transmitida de generación en generación.
El comentó a nuestra reportera Wulfila: "Tengo una receta secreta, pero tener la receta no es suficiente, debe cuidarse cada fase del proceso, desde la selección de la materia prima hasta el uso de los ingredientes. Cada pedazo de carne es distinta, por eso debo controlar el nivel del fuego y el uso de ingredientes.
Lo más importante consiste en cocinar cuidadosamente las carnes y creo que la mayor diferencia entre mi producto y las carnes cocinadas en fábrica es, sin duda, el sabor. Mi carne se elabora con mis propias manos y creo que es imposible que la carne cocinada por máquinas tenga un sabor mejor que la mía. Los gastrónomos pueden apreciar esta diferencia."