"Los antropólogos chinos suponían que la industria textil prosperó en distantes etapas históricas y este descubrimiento es una nueva prueba de ello", argumentó la experta.
Wang y sus compañeros descubrieron más de 20 piezas de seda fina, lino y algodón en 22 de los 47 ataúdes hallados en la tumba, ubicada en la aldea Lijia del distrito de Jing'an.