ACTO DE EQUILIBRIO
Mientras China se esfuerza para desechar el modelo de crecimiento económico a toda costa, es inevitable que el equilibrio entre crecimiento y protección ambiental en un momento de desaceleración económica esté plagado de dificultades.
El 2014 representó la expansión anual más débil en 24 años debido a la ralentización en el mercado inmobiliario, a la caída de la demanda externa y a una tenue recuperación económica. El crecimiento se redujo aún más a 7 por ciento en el primer semestre de 2015.
De acuerdo con un informe publicado la semana pasada por el ministerio, las medidas para combatir la contaminación, incluyendo el cierre de centros de producción obsoletos y los límites a la emisión de contaminantes, tienen un efecto negativo limitado y de corto plazo sobre el crecimiento económico.
En el informe se calcula que el producto interno bruto (PIB) de China disminuyó 186.900 millones de yuanes (29.000 millones de dólares) por el cierre de los centros de producción obsoletos, un costo de 0,12 por ciento del producto interno bruto (PIB), durante el período del XI Plan Quinquenal 2006-2010.
El proceso de limpieza, aunque doloroso, es una vía inevitable que China debe tomar para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo.
"Aunque la medida contuvo el crecimiento de industrias tradicionales como la energía térmica, el acero y el concreto en un breve período de tiempo, impulsó algunas industrias emergentes como la de servicios y la de protección ambiental en el largo plazo", se señala en el informe.
Las ventajas de un mejor ambiente para el desarrollo económico superan sus desventajas, agrega.
"En el pasado, sólo nos preocupábamos por 'las montañas de oro y las colinas de plata', pero debemos darnos cuenta de que las colinas frondosas también son tesoros valiosos", dijo Yang.