Jing Xuelian no supo de donde empezar tras un autocierre prolongado. “En aquel momento el departamento de propaganda se encargo de todo, lo que le dio una gran presión. Como vicedirector del departamento recién promovido, su trabajo fue acompañar cada día a las personas interesadas a las zonas afectadas por la catástrofe, contándoles la historia del accidente. Él no pudo sufrir tantos impactos, porque nuestro hijo fue enterrado debajo de las ruinas”.
Al decir eso, Jing Xuelian mostró incluso una sonrisa. Dijo que había pedido la ayuda al Buda, pero finalmente entendió que sus familiares son su único apoyo. Afortunadamente, sus padres y su hermana sobrevivieron en el accidente, quienes le cuidan con todo corazón hasta ahora. “Sin ellos, no sé en dónde estuviera ahora”. Sin embargo, ella descubrió que la dependencia de su familia se ha convertido en un obstáculo que restringe su futuro.
¿Cómo dar el primer paso tras el terremoto? Jing Xuelian no tiene ninguna referencia. Ella preguntó por Li Zhao, esposa de Dong Yufei, primer funcionario gubernamental que se suicidó después de la catástrofe natural, pensando que las dos pudieran tener semejantes experiencias.
Dong Yufei se suicidó cinco meses después del terremoto a causa de la “excesiva presión”. Igual que la familia de Jing Xuelian, él y su esposa perdieron también su hijo. “Intento olvidar todo eso”, dijo Li Zhao. Ella aguanta en todos los momentos, no mencionado el nombre de Dong Yufei en ninguna condición. Evidentemente, no quiere compartir su experiencia con nadie.
¿Quién es el más infortunado? ¿El muerto o el sobrevivido? Esta pregunta no tiene respuesta. Además, no hay testimonios que pueden comprobar que ante las catástrofes las mujeres se muestran más fuertes que los hombres. Pero el aguante, la tranquilidad y la firmeza que Jing Xuelian y Li Zhao muestran en los últimos tres años requieren una profunda reflexión.
Hay muchos ejemplos de que las madres buscan a sus hijos con firmeza y de que las madres siguen viviendo con firmeza después de perder sus hijos en el terremoto.
Con su gran firmeza, Liu Ling ha logrado ser mamá otra vez. Para ella, la mayor felicidad de su vida es abrazar a su hijo. |
Liu Ling, que perdió sus piernas y su hijo, es una entre ellas. Ahora tiene otro hijo con su segundo esposo. Aunque las piernas ya no están, le dolían frecuente todavía, alucinación que le hizo pensar en el pasado. Pero después de ser mamá otra vez, se convirtió poco a poco en una mujer feliz que sonríe a menudo.