(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Un paseo a lo largo de una apacible calle, un almuerzo en un bistró, una copa de champagne bajo el sol... No es la Provenza, sino Bailu, un pueblo de Sichuán que resultó seriamente dañado tras el terremoto de 8,0 grados Richter que afectó el suroeste de China el 12 de mayo de 2008.
Este pueblo ha resurgido de sus cenizas y no conforme con una reconstrucción que volviera a darle la imagen que tenía antes de la tragedia, el pueblo ha querido ir más allá y se ha transformado en una pequeña localidad de estilo ‘europeo’, según los responsables del proyecto.
“Queríamos aprovechar esta oportunidad para hacer del turismo nuestra principal industria”, explica Gao Tiancheng, jefe del PCCh que el sábado respondió a varias preguntas sobre la ‘renovación’ de la localidad.
El estilo ‘europeo’ de las nuevas casas y villas de Bailu no resulta arbitrario, según Gao. Se dice que un misionero francés llegó al pueblo en 1865 y allí pasó once años construyendo una iglesia católica (la iglesia de Shangshuyuan) con la ayuda de miles de trabajadores. Las parejas de enamorados acudían al lugar para tomarse fotos de boda, ya que muchos chinos consideran las iglesias de estilo europeo como “románticas”. Así fue hasta que el desastre puso fin a la alegría.
Tras considerar el apoyo financiero del que dispone la localidad, las perspectivas comerciales y el legado que dejaría, el gobierno local decidió convertir el lugar en un complejo turístico que integrase de forma única los estilos chino y occidental.
Hasta el terremoto, la principal industria de la localidad, si acaso alguna vez hubo industria propiamente dicha, era la venda de bienes entre los habitantes. Pero ahora, las autoridades están dando forma a un distrito turístico con bares, hoteles, cafés, floristerías y estudios de fotos nupciales, así como restaurantes. Todo estará listo, según los planes revelados por Gao, para junio de 2011.