Él y los niños: Cada niño es un sol mío
Las postrimerías de los años 80 del siglo pasado en que Wang Jianlin ofrecía su servicio fue el período en que se incrementó bruscamente el grupo de maestros extraplantilla en China. La promulgación de la ley de educación obligatoria espoleó el aumento vertiginoso del número de matrícula de los niños de edad escolar, como consecuencia, se destacó la carencia de fuerzas docentes. Los maestros extraplantilla servían de una paja de socorro para la educación de base y su número llegó hasta a 580 mil personas en el apogeo.
La Escuela Primaria de Changshan tenía cada año 600 yuanes de fondo educacional, aparte de comprar el carbón para la calefacción, era difícil añadir un papel y un lápiz con lo que restaba. Wang Jianlin hizo una regla de triángulo y un calculador con madera de desecho. Emitía algunas canciones y poesías de la dinastía Tang con un destartalado altoparlante.
Durante un período de 22 años ha enseñado a más de 400 alumnos, de los cuales 30 han sido universitarios. “Deseo que todos ellos sean buenas personas”.
En verano de 1997, Wang Jianlin contrajo una enfermedad ocular, que tenía una vista borrosa y le dolía al exponerse a la luz. Finalmente no tenía otra alternativa que tapar los ojos con una venta y dictaba clases recurriendo a la memoria. Un cuadro de la comisión de educación del cantón le solicitó 300 yuanes para los gastos de asistencia médica, que le ayudaron a recuperar parte de la vista, pero también le dejó un efecto negativo. “Me complazco con la iluminación en el corazón”, Wang Jianlin dijo sonriente, “cada niño es un sol mío”.
Wang enseña 20 alumnos de tres grados al mismo tiempo, que se trata de una enseñanza múltiple. Inventó un método de enseñanza “dinámica y estática conjuntas” sobre la base del método tradicional de enseñanza y publicó un exponente en algunas revistas educacionales.