El misterio de los legionarios romanos perdidos en China

Ninguno de los habitantes de Liqian, en la provincia de Gansu, al noroeste de China, había probado jamás la pizza ni oido hablar del Coliseo de Roma. Sin embargo, las investigaciones históricas quisieron ver en sus rasgos casi caucásicos las huellas de unos soldados romanos perdidos en Asia Central hace más de dos mil años.

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El pueblo de Liqian, en la provincia de Gansu, es considerado por algunos como el antiguo asentamiento de soldados romanos derrotados

(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Liqian (骊靬) es un pueblo pequeño habitado por apenas 100 familias en la provincia noroccidental de Gansu. Este remoto lugar en las estribaciones del desierto del Gobi atrajo la atención del mundo en 1980, cuando muchos medios se hicieron eco de un fenómeno algo inexplicable entre sus habitantes: su fisionomía. Algunos de los lugareños, de etnia Han –la mayoritaria en China- nacían con pelo rubio y ondulado, nariz prominente y ojos azules o verdes. Sin embargo, los lugareños no parecían saber la razón.

La posible explicación la lanzaría en los años 50 un profesor de sinología estadounidense, Homer H. Dubs, quien explicó el fenómeno por los vínculos ancestrales del lugar con soldados del Imperio Romano.

Ninguno de los habitantes de Liqian -que vivían en casa de adobe, criaban ovejas y cultivaban patatas y zanahorias con el agua que venía de las cumbres nevadas de las montañas de Qilian- había probado jamás la pizza ni oido hablar de los césares romanos.

En el año 53 a.C., una legión romana que formaba parte del ejército bajo el mando del general Marco Licinio Craso, fue derrotada en la batalla de Carrhae contra los partos, pueblo del imperio que se asentaba en el Irán actual, en el año 54 a.C. Craso, uno de los hombres más ricos y poderosos de su época, murió y su ejército de 6 mil soldados romanos desapareció.

Algunos historiadores creen que estas tropas fueron capturadas, otros consideran que se pusieron bajo el mando del hijo mayor de Craso y se perdieron en Oriente.

En 1941, Homer H. Dubs, hijo de misioneros y criado en China, publicó el artículo ‘Un antiguo contacto militar entre Romanos y Chinos’ en el American Journal of Philology. Dubs, que más tarde se convertiría en catedrático de sinología en Oxford, publicó ‘Una Ciudad Romana en la Antigua China’ en 1957. Compilando datos históricos, Dubs especulaba sobre unos soldados romanos que se habrían asentado en una población en el noroeste de China.

El único contacto conocido hasta entonces entre los dos grandes imperios era la visita de diplomáticos romanos a China en el año 166 a.C. de parte del emperador Antonino Pío o su sucesor Marco Aurelio, que aparece recogida en los registros históricos chinos del ‘Libro de Han Posterior’.

Tomando como punto de partida la investigación de Dubs, el académico australiano David Harris propuso que una aldea de Gansu llamada Zhelaizhai podría ser la antigua ciudad de Liqian registrada en el ‘Libro de Han’.

Otras obras de la dinastía Han (206 a.C. -220 d.C.) también mencionan que un ejército al mando del general Bhen Tang se encontró con 145 soldados que marchaban ‘en forma de pez’ como parte de las tropas a las que se enfrentó en la batalla de Zhizhi. El libro cuenta que esos soldados usaban escudos redondos y luchaban con valentía y eficiencia, pero que en última instancia fueron superados por la caballería Han.

La ‘formación en pez’ que describe el texto chino podría referirse a una de las muchas técnicas bélicas desarrolladas por los romanos, la formación en ‘testudo’. El historiador Plinio contaba que, en el año 53 a.C., tras perder la mencionada batalla de Carrhae contra los partos, unos 10 mil soldados romanos fueron hechos prisioneros y enviados a Margiana para defender la frontera oriental del imperio de los Partos.

Más tarde, Zhizhi, el jefe de una tribu de los Xiongnu, que habitaban las fronteras noroccidentales del Imperio Han, habría establecido un estado en las proximidades de la Margiana. Por eso, Dubs especulaba sobre si aquellos soldados capturados por los partos se habrían convertido al final en mercenarios al servicio de Zhizhi para luchar contra los chinos.

En todo caso, los Han Occidental, impresionados por el valor y la destreza de esos soldados, les concedieron tierras y los incorporaron a su ejército para defender sus fronteras.

Harris y varios profesores chinos, incluyendo a Cheng Zhengyi, de la Universidad de Lanzhou, investigaron tal historia a finales de los 80. Sus publicaciones, incluyendo la obra ‘La Odisea del Caballo Negro, en busca de la ciudad romana perdida’ de Harris, fueron las que atrajeron la atención hacia el pequeño pueblo de Gansu.

En 1999, el gobierno local cambió el nombre del pueblo, Zhelaizhai, por Liqian, nombre del lugar en el que según los historiadores chinos se habían asentado aquellos soldados que lucharon contra los Han. El cambio de nombre buscaba atraer turistas e inversores.

Desde entonces, muchos medios de comunicación occidentales y chinos han visitado el lugar en busca de los ‘descendientes de los romanos’.

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Palabras clave : arqueología, historia, Imperio Romano, dinastía Han, rarezas, curiosidades

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