La comparación entre la medicina tradicional china y la medicina occidental constituye un tema inevitable y muy difícil de realizar en China. Después de la República Nacional, la medicina occidental se transmitió en gran medida a China y entró en un período de gran desarrollo. Desde que se descubriera la penicilina, la medicina occidental mostró una ventaja relativamente grande en corto plazo en cuento al efecto curativo de enfermedades contagiosas. ¿Por qué se dice que tiene una ventaja relativamente grande? Porque la medicina tradicional china encuentra diferencias individuales bastante grandes en el tratamiento de este tipo de enfermedad. Con respecto a la medicina occidental, siempre que el paciente tiene suficiente poder adquisitivo, puede tomar las drogas sin ninguna preocupación que dan seguramente cierto efecto curativo. Ello precisamente es el objetivo que la gente ha venido persiguiendo—simplicidad. Toda clase de innovaciones que vemos hoy en día tienen casi todas este mismo objetivo. No obstante, la simplicidad solo constituye un lado del asunto, juzgado desde el ángulo dialéctico, toda cosa tiene su pro y su contra. ¿Por qué decimos que esta ventaja es de corto plazo? En un período de menos de 80 años desde el descubrimiento de los antibióticos, la medicina occidental se da cuenta de que se torna cada vez más difícil el uso de los antibióticos, pues son cada vez más grande su efecto secundario y tóxico y las cepas resistentes se hacen cada vez más fuertes, pues los antibióticos se han convertido en instrumentos que refuerzan las bacterias patológicas, cultivando sin cesar nuevas cepas que son aún más resistentes a las drogas, como fuera poco, la velocidad con que cambian las bacterias son mucho más rápidas que la de la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos. Por lo tanto, el uso de antibióticos en el extranjero se ve cada vez más prudente, haciendo todo lo posible de evitar su uso, mientras que en nuestro país, el uso abusivo de los antibióticos es bastante alarmante.