¿Es China un gran país emisor de gases de efecto invernadero?

Entrevista con Pan Jiahua, director del Instituto del Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, perteneciente a la Academia China de Ciencia Sociales

En cuarto lugar, las políticas geográficas y del alivio de la pobreza también hacen contribuciones positivas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Con respecto a la reducción de la emisión de dióxido carbónico por cada unidad del PIB en 40-45 por ciento en 2020 con respecto al nivel de 2005, Pan Jiahua subraya el hecho de que en el proceso de la industrialización de los países desarrollados, ningún país pudo realizar tanta reducción en 15 años. Al mismo tiempo, China está poniendo en marcha esta meta en su XII Plan Quinquenal.

“China está acelerando su transición a un desarrollo de bajo consumo de carbón”, dijo Pan Jiahua, “pero para esto será necesario un periodo relativamente largo”.

Pan Jiahua manifestó que las metas elaboradas por los países desarrollados sobre la reducción en 2020 no pueden lograr controlar la subida de temperatura dentro de 2 grados centígrados. Agregó que dichos países, por medio de cambiar el año de referencia y permitir la inclusión de los sumideros forestales de carbono y la emisión en el extranjero, eluden sus responsabilidades de reducción de emisiones y transfieren en forma solapada las responsabilidad a los países en vías de desarrollo, algo contrario a los principios de la Hoja de Ruta de Bali. Respecto a la ayuda financiera, los países desarrollados tampoco quieren asumir las obligaciones pactadas en dicho documento.

Pan Jiahua indicó que en la comunidad internacional existe un claro malentendido sobre China y su actitud durante la Cumbre de Copenhague, y la culpan de la falta de resultados, porque supuestamente los países en vías de desarrollo, incluyendo China, se negaron a incluir claramente en el acuerdo de Copenhague la idea de la “reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en 50 por ciento en 2050 comparado con el nivel actual para los países en desarrollo y el 80 por ciento para los países desarrollados”.

Las razones del rechazo de los países en vías de desarrollo, además de las incertidumbres científicas, se asientan esencialmente en la idea del derecho al desarrollo.

Actualmente el volumen de emisiones de dióxido carbónico por los países desarrollados y los en vías de desarrollo representa entorno a 50 y 50 por ciento, respectivamente.

La emisión per cápita de los países desarrollados supera las 15 toneladas; la de Estados Unidos es 20 toneladas y la de los países en vías de desarrollo es 2,5 toneladas. Si las naciones desarrolladas redujeran en 80 sus emisiones, entonces en 2050 la cifra per cápita todavía sería de 3 toneladas y la de Estados Unidos, 4 toneladas. Pero si los países en vías de desarrollo las redujeran en 20 por ciento, la emisión per cápita sería de 2 toneladas en 2050, lo cual significa que estos países serían despojados de sus derechos de emisión.

“Los países en vías de desarrollo, incluyendo China, son víctimas del cambio climático, pero también serán la fuerza impulsora para que las negociaciones internacionales sobre el cambio climático logren éxitos”, afirmó Pan Jiahua.

 

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Palabras clave : China, país emisor de gases de efecto invernadero

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