(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – El director ejecutivo del Programa de la ONU sobre Medio Ambiente, Achim Steiner, informó de que la ciudad de Tianjin, al norte de China, será en octubre la sede de una ronda de negociaciones preparatorias para la Cumbre Climática de Cancún de noviembre.
Steiner calificó de “muy positivo” el gesto de China al ofrecerse a organizar el encuentro y puntualizó que servirá para que el país asiático introduzca nuevas ideas y oportunidades en el proceso de negociación.
La cita de Tianjin será, muy probablemente, de vital importancia para el proceso, ya que se celebrará a tan sólo un mes de la cita definitiva del 29 de noviembre al 10 de diciembre en Cancún (México), donde los países deberían llegar a un acuerdo realmente vinculante y efectivo para controlar el calentamiento global y poner coto a las emisiones contaminantes.
Previamente a la cita china, habrá otra reunión en Bonn (Alemania) del 2 al 6 de agosto.
Además, como ya se demostró en la cumbre de Copenhague, los postulados y el posicionamiento de China serán esenciales a la hora de alcanzar un acuerdo plausible y la elección de Tianjin como sede del encuentro previo supone un acicate para la nación asiática a la hora de asumir compromisos y exponer sus ideas, en especial en un momento en el que muchas autoridades, incluyendo las de China, dudan de la posibilidad de llegar a un compromiso vinculante en México y posponen su plausibilidad a la siguente edición de la cumbre en 2011 en Sudáfrica.
Por su parte, China se ha comprometido a reducir sus emisiones de CO2 entre un 40 y un 45 por ciento en 2020 respecto a los niveles de 2005.
El enviado especial para las negociaciones por parte de Beijing, Yu Qingtai, volvió a remarcar el principio de “responsabilidades compartidas pero diferenciadas” que defiende su gobierno, distinguiendo entre los deberes de los países desarrollados y aquéllos en vías de desarrollo.
Yu acusó a los países desarrollados de “dañar gravemente el proceso e incumplir sus compromisos” de cara a los países en desarrollo, con propuestas y exigencias poco razonables e inasumibles por éstos últimos.
Yu afirmó la necesidad de “volver a los consensos básicos, como la Convención Marco y Kioto”, con el fin de generar una mayor confianza en el difícil proceso de negociación. Subrayó el imperativo de cumplir con la transferencia de tecnología y recursos financieros a las naciones menos desarrolladas para poder asistirlas en su lucha contra el cambio climático.