La reparación de los 87 monasterios afectados por el seísmo que sacudió hace 10 días la prefectura autónoma tibetana de Yushu, en la provincia noroccidental china de Qinghai, es una de las prioridades gubernamentales en las tareas de reconstrucción tras el desastre, informó hoy sábado el director del comité de asuntos étnicos y religiosos de Yushu, Leshi.
"Esperamos restaurar las zonas donde vivían en total 8.000 monjes en los monasterios antes de finales de año, puesto que tras el terremoto se han visto obligados a alojarse en asentamientos provisionales", manifestó Leshi.
Yushu, donde un 90 por ciento de la población es tibetana, cuenta con 238 monasterios y 23.000 monjes.
"Los residentes locales buscan apoyo espiritual en el budismo tibetano, y para muchos lugareños el monasterio tiene mayor importancia incluso que sus propias viviendas", explicó Leshi.
El terremoto del pasado 14 de abril, de 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter, ha destruido algunos de los monasterios más conocidos en la zona como los de Trangu, Gyegu y Renyak.
Trangu, un monasterio de más de 700 años de antigüedad situado en las afueras del poblado de Gyegu, en el epicentro del seísmo, quedó reducido a escombros durante el temblor. El salón principal es la única estructura que se mantiene en pie, pese a los graves desperfectos.
Otros edificios del monasterio, incluyendo la zona donde viven los monjes y los pequeños salones, se derrumbaron en el sismo, y enterraron así escrituras budistas, frescos, pinturas tibetanas tradicionales conocidas como "thangkas", y estatuas de Buda de varios siglos de antigüedad.
"Logramos recuperar algunas reliquias, pero la mayoría de ellas sufrieron graves daños", dijo el buda viviente del monasterio, Lodroe Nyima Rinpoche.
La lamasería de Trangu alberga la mayor biblioteca en Yushu, entre cuyos fondos se incluye una extensa colección de sutras. "Estamos trasladando los sutras a las tiendas de campaña impermeables", agregó el buda viviente.
Lodroe Nyima Rinpoche elogió los trabajos de los oficiales del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, que recuperaron una gran cantidad de reliquias de tesoros del monasterio mientras buscaban a sobrevivientes entre las ruinas.
"Las estatuas de buda más valiosas estaban en cajas seguras y fueron recuperadas la semana pasada", enfatizó el buda viviente.
Muchos monjes se han unido a los grupos de rescate de los soldados del EPL tras el temblor. "Han ayudado a salvar a los heridos, distribuir materiales de primera necesidad y enterrar a los muertos", señaló Leshi.
El temblor se ha cobrado la vida de al menos 2.192 personas, de los cuales 84 eran monjes, y ha dejado a más de 12.000 heridas, incluidos un centenar de monjes.
De acuerdo con el plan de reconstrucción del gobierno, las labores de reparación de las zonas donde viven los monjes estarán completadas antes de que termine este año.
La restauración completa de los templos religiosos finalizará en un plazo de entre dos a tres años, y se construirán instalaciones de agua corriente, electricidad e Internet, servicios que no estaban disponibles en algunas lamaserías antes del seísmo. Fin