Los efectivos de salvamento han sacado con vida de entre los escombros a 1.455 personas desde el devastador el terremoto que sacudió el 14 de abril la provincia noroccidental china de Qinghai, informó hoy jueves la oficina general de rescate.
Los trabajadores de rescate, procedentes de diferentes zonas de China, también han ofrecido atención médica a un total de 1.159 heridos, además de haber ayudado a trasladar a otros 314 a diversos hospitales. Al menos 96 heridos se habían recuperado hasta hoy, por lo que habían recibido ya el alta hospitalaria.
Los profesionales médicos habían desinfectado una zona de 18.430 metros cuadrados y distribuido fármacos e instalaciones médicas valoradas en 2,235 millones de yuanes (327.355 dólares) hasta ayer miércoles.
Además, las autoridades no han registrado hasta ahora ningún brote epidémico en la prefectura autónoma tibetana de Yushu, donde se localizó el epicentro del seísmo, de 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter.
Un total de 19 equipos médicos se encuentran en la región afectada para ofrecer atención médica e informar a los damnificados sobre los tratamientos que deben seguir.
Tras la catástrofe, las autoridades de Qinghai y las organizaciones benéficas locales han recibido donaciones en efectivo y materiales de ayuda humanitaria por un valor de 1.000 millones de yuanes (146,47 millones de dólares).
El gobierno central ha destinado 560 millones de yuanes (82 millones de dólares) para las tareas de salvamento en Qinghai, mientras que el gobierno provincial ha asignado a la zona más de 626 millones de yuanes (91,7 millones de dólares).
Las donaciones por el terremoto aportadas por unos 200 países, y organizaciones regionales e internacionales ascendían a casi cuatro millones de dólares hasta ayer, según anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El seísmo ha dejado un saldo de 2.183 muertos y 12.135 heridos, de los cuales 1.434 están en condición grave, mientras que 84 personas siguen desaparecidas, según las informaciones publicadas en la tarde de ayer por la oficina central de rescate. Fin