La población se encuentra sobre la meseta Qinghai-Tíbet a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar, y más del 80 por ciento de sus casas, en su mayoría hechas de madera y arcilla, se derrumbó a causa de los temblores del pasado miércoles, el más fuerte de ellos con una magnitud de 7,1 grados Richter.
El gobierno dijo que hasta las 10:00 horas de hoy martes, la cifra de muertos ascendía a 2.046. Miles de soldados, agentes de policía, trabajadores sanitarios y voluntarios se han sumado a las operaciones de salvamento.